La ingratitud de los hijos
A un padre o a una madre les resulta duro descubrir que un hijo los ha dejado de lado, que todo su tiempo pasa con sus nuevas amistades, y ni un fin de semana al mes les dedican tiempo. Duele ver que personas extrañas son las que recogen las lágrimas de ellos. Los padres deben hacerse respetar, por eso es importante que los hijos ingratos sepan que muchas veces los padres se sacan el pan de la boca para dárselos a ellos.
Si es un hijo adulto y se siente identificado, es afortunado porque aún está a tiempo de acercarse a ellos. Para una madre que ha sacrificado hasta su propia vida, que dio buen ejemplo a sus hijos, es doloroso tener hijos desagradecidos.