Programa. En el colegio fiscal Vicente Rocafuerte, 120 estudiantes pertenecen al Bachillerato Internacional.

Ingles y Matematica, el muro del Bachillerato Internacional

Para maestros y directivos involucrados durante muchos años en este programa a nivel particular, el problema del BI en las entidades fiscales no está en los estudiantes, ni tampoco en las asignaturas, sino en la falta de preparación de los maestros.

Las aulas comunes del Bachillerato General Unificado contrastan con los amplios salones del Bachillerato Internacional (BI) en los colegios fiscales. Allí, los estudiantes no solo reciben conocimientos de las asignaturas establecidas en el pénsum, sino que además debaten sobre historia, economía, ciencias, etc. Y cuando llega la hora de Inglés, alumnos y maestros solo hablan en ese idioma, que es una de las características de este programa: el bilingüismo.

Lengua, Literatura, Gestión Empresarial, Historia, Biología, Inglés y Matemática, son parte de las materias del programa de Bachillerato Internacional (BI). Pero las dos últimas son las que mayores dificultades representan para los estudiantes que cursan este sistema de estudio en las entidades fiscales, según indican los propios protagonistas.

En la Matemática común, por ejemplo, se aplican las reglas para obtener los resultados; mientras que en la que se imparte en el BI se ven temas como estadística, lógica, funciones cuadráticas, etc., que se deben aplicar durante una serie de procesos, que exige el uso de diferentes métodos.

Y es allí donde radica la dificultad para Mayerly Palma y Milena Ortega, ambas estudiantes BI del colegio Vicente Rocafuerte. Ellas reconocen que en el BI el análisis es lo que vale. Siempre hay que razonar porque no hay opciones para seleccionar una respuesta.

En el Bachillerato General el estudiante lee, estudia, memoriza y da la lección; mientras que en el BI, los chicos leen, reflexionan, opinan y dan la lección. “Son métodos diferentes que les cuesta trabajo a muchos chicos acostumbrados a dar todo de memoria”, opina un exrector de uno de los primeros colegios fiscales en ofertar el BI en la ciudad.

La asignatura de Inglés se ha convertido en una ‘piedra en el zapato’ para los chicos. Aunque esta sigue siendo básica, inclusive en el BI de los fiscales, la reciben todos los días, incluso hasta tres horas diarias.

“Es complicado pretender que un alumno de un colegio público domine este idioma, ya que ellos tienen falencias por no haberlo recibido en la primaria y en el colegio solo se les imparte cinco horas a la semana”, comenta Aurelio García, maestro de esta asignatura.

Lo dicho por el docente lo confirma Camilo León, alumno de un centro fiscal, quien tuvo que buscar una academia de inglés privada para no tener problemas en esta asignatura. “Estoy aprendiendo inglés por mi cuenta, caso contrario tendría dificultades”, dice el menor quien aspira estudiar en una universidad extranjera, porque el BI le ofrece esa posibilidad.

Para maestros y directivos involucrados durante muchos años en este programa a nivel particular, el problema del BI en las entidades fiscales no está en los estudiantes, ni tampoco en las asignaturas, sino en la falta de preparación de los maestros para asumir este programa de muchas exigencias.

Carmen Naumann, rectora del Colegio Politécnico, quien trabaja en este programa hace 23 años, cree que el fracaso de este modelo se debe a la falta de preparación del sistema fiscal para asumir este reto y a los pocos conocimientos que tienen los profesores.

El detalle

EXPRESO pidió al Ministerio de Educación detalles sobre el proceso evaluatorio del programa BI, pero hasta el cierre de la edición no hubo respuesta.

El contexto

EXPRESO publicó ayer sobre la decisión del Ministerio de Educación de revisar y evaluar el programa de Bachillerato Internacional en los establecimientos públicos, debido a que no está rindiendo los resultados esperados. La idea es conocer sus debilidades y apuntar a su mejoramiento.