Ingapirca, rodeada de historia

Ingapirca, rodeada de historia

Este destino, declarado Patrimonio Cultural del Ecuador en 1996, se esconde entre verdes montañas en la provincia de Cañar, a 16 kilómetros de Azogues, y envuelve a sus visitantes con su ancestral historia, paisajes y gastronomía.

Este destino, declarado Patrimonio Cultural del Ecuador en 1996, se esconde entre verdes montañas en la provincia de Cañar, a 16 kilómetros de Azogues, y envuelve a sus visitantes con su ancestral historia, paisajes y gastronomía.

El camino más usual para llegar a las Ruinas de Ingapirca es desde Cuenca, con un tiempo aproximado de viaje de una hora y media. En la entrada, lo primero que encontrará es un espacio para el comercio en donde los residentes ofrecen recuerdos, ponchos, bufandas, gorros, artesanías y otros artículos relacionados a la cultura del sector.

Junto a ellos se encuentra un área común en donde se exponen varios de los trajes utilizados anteriormente por esta cultura y además allí se adquieren los pases para entrar a las ruinas. Su precio es de aproximadamente cuatro dólares y es recomendable comprarlos con anterioridad, pues al ser un lugar turístico todos los días los recorridos con guías comienzan en horas establecidas.

Preparación

Antes de llegar a Ingapirca, asegúrese de llevar la ropa adecuada para el clima. Este destino, al estar en la región Sierra del país (a 3.160 metros sobre el nivel del mar), cuenta con un clima frío la mayoría de los días. Por eso, recurra a abrigos y bufandas, sin olvidar los zapatos deportivos, ideales para el recorrido. Además, un paraguas y gorra por prevención.

Museo e historia local

El museo del Complejo Arqueológico Ingapirca se inauguró este año con el objetivo de incrementar y mejorar el turismo en la ciudad de Cañar y recuperar la memoria social tradicional del Ecuador.

Este se encuentra junto a la zona arqueológica y allí los visitantes podrán apreciar más de 150 piezas encontradas en las excavaciones que buscan vestigios de estas culturas, como por ejemplo textiles, cerámicas, joyas y piezas líticas (de piedra).

Según el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, este espacio cuenta con creaciones provenientes de dos estilos cerámicos: el Tacalzhapa (ubicado en la Sierra Central del país entre los años 500 a. C. y 1200 d. C.) y el Cashaloma (ubicado años después en el río Cañar e Ingapirca).

Encanto gastronómico

Justo luego de salir de las Ruinas de Ingapirca, los habitantes de esta localidad animan a los turistas a degustar el hornado, mote y choclo con queso. Este cantón se caracteriza por ofrecer platos enfocados en los productos autóctonos del área. Por eso, a sus alrededores también encontrará el aroma del tradicional cuy con papas y ají.

¿Qué hay por descubrir?

Este centro arqueológico inca es reconocido por ser la construcción más grande y mejor conservada hecha por las personas de esta cultura a principios del siglo XVI. El origen de estas edificaciones se remonta a la cultura cañari, nativa del Ecuador, y a la cultura inca peruana.

Aunque estas ruinas llevan solo el nombre de la cultura inca, ellos no fueron los primeros en habitar ahí. Cristopher Torres, especialista en turismo, explica que ya existía el templo de los cañaris, creado para la adoración de la Luna, pero después de la invasión inca este lugar fue tomado por ellos, lo que ocasionó que se convirtiera en un avanzado centro militar y templo incaico.

Por eso se llega a crear una mixtura de tradiciones y vestigios arqueológicos de las dos culturas. Al entrar, los caminos de tierra dirigen a los visitantes a algunas de las construcciones que asombran por su posición y técnica de construcción (trabajo únicamente con piedras cortadas unas sobre otras). Entre ellas:

-Baños ceremoniales: Levantamiento con canales de caída de agua, con fines sanitarios o rituales.

-Pilaloma: Sitio donde está ubicado el templo de la Luna y la tumba colectiva. Espacio creado inicialmente por los cañaris.

-Aposentos anexos: Son también conocidos como ‘Acllawasi’ o ‘Casa de las Vírgenes’. En ellos se llevaban a cabo actividades religiosas, administrativas, astronómicas y militares.

-Aposentos exteriores: Espacios rectangulares en donde fueron localizados esqueletos femeninos.

VOCES CON RECUERDOS

Cristopher Torres, ingeniero en Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras

“Si les gusta la fotografía de paisajes amarán las vistas panorámicas que ofrece”.

Ha visitado las Ruinas de Ingapirca en varias ocasiones y es uno de los lugares que más recomendaría visitar en Ecuador por varias razones: la naturaleza, la arquitectura precolombina y el turismo comunitario.

Explica que desde Ingapirca, al haber sido un templo, fortaleza y zona de observación para las culturas, se tiene una gran vista de los páramos, colinas y valles de las zonas cercanas. Al hablar de turismo comunitario, Torres acentúa que está en pleno desarrollo “porque las comunidades indígenas del sector tienen guías nativos que dominan varios idiomas, y ofrecen hospedaje y alimentación”.

Leonor Alarcón, doctora pediatra

“Amé el canelazo y el motepillo, preparaciones diferentes a las que encontramos en la ciudad”.

Esta guayaquileña durante un viaje familiar con sus padres e hijas visitó hace pocos meses este centro arqueológico. Anima a las demás personas a conocer este destino porque dentro del recorrido pudo aprender cómo se utilizaba cada área de las ruinas y su historia.

Sin embargo, otras experiencias que resalta fue el degustar los platos típicos del sector y apreciar la diversidad de prendas elaboradas a mano que los residentes ofrecen. Alarcón recuerda que apenas llegó, se enamoró y compró un poncho elaborado con pelaje de alpaca (en la fotografía) y una bufanda de lana para su mamá.