Los indigenas

Pertenecer a una de las distintas minorías que hay en Ecuador no les da derecho a imponer su forma de pensar a más del 90 % de ecuatorianos. Por ser indígenas pretenden ser únicos dueños del petróleo y otros recursos naturales. Les pertenecen a ellos y al resto de los ecuatorianos.

Esta minoría se ha quedado en el pasado, en gran parte por sus dirigentes. En lugar de mirar a otras regiones del globo para saber cómo han prosperado las minorías allá, se aferran al ‘statu quo’. A la que deben mirar es a Asia, continente que tiene la mayor cantidad de minorías, razas e idiomas en sus países. Esto no ha sido ni es impedimento; viene prosperando durante los últimos 40 años.

Como he repetido numerosas veces en esta columna, Asia era más pobre que América Latina, pero muchos países nos han superado y lo seguirán haciendo. Hay centenares de grupos étnicos, idiomas y dialectos, pero han aprendido a convivir y se han modernizado. En comparación a nuestra región están a la vanguardia en avance tecnológico. Ejemplos son China e India; en esta última hay más de 300 idiomas y dialectos. No se les ocurre afirmar que los recursos naturales son propiedad de un grupo minoritario.

Hay países que no tienen riqueza natural, sin embargo, prosperan. Las religiones que practican los encaminan a valorar el trabajo. Cuando asisten a sus templos, no van a pedir, como los cristianos, van a ofrecer. Una actitud muy diferente. Son disciplinados, organizados, austeros y respetuosos. Su carácter cívico del trabajo es muy diferente al nuestro. Ellos trabajan por resultados, saben que el éxito no es un caso fortuito, no admiten la pereza o el trabajo mal hecho.

Presidente Moreno, le sugiero pagarles el pasaje para que visiten países asiáticos y regresen renovados.

El pedir y no ofrecer ha creado en los ecuatorianos la idea equivocada de que el Estado debe proveer gratis y los ciudadanos recibir sin esfuerzo; esto fomenta la idea de que no es necesario merecer sino ser “sapo”, buscar la manera de salir favorecido sin haberlo ganado justamente. Ecuador tiene un futuro incierto, su brújula no funciona.

’Hay países que no tienen riqueza natural, sin embargo, prosperan. Las religiones que practican los encaminan a valorar el trabajo. Cuando asisten a sus templos, no van a pedir, como los cristianos, van a ofrecer’.