Imprudencia de conductores y peatones: fatales consecuencias

Siguen los casos de irresponsabilidad. Un bus de servicio urbano frena intempestivamente. Un vehículo pequeño que venía detrás de él se estrella violentamente con la parte posterior del pesado vehículo. El conductor del bus había permitido que tres pasajeros desciendan en media calle; el del vehículo pequeño venía chateando con su celular.

Dos cuadras más adelante, cuatro peatones cruzan la calle corriendo, sorteando los vehículos que van a velocidad por la avenida. Uno de los peatones es mujer; lleva en sus brazos un niño de meses. ¡Encima de ellos, estaba el paso peatonal elevado!

Cruzan entre frenazos y pitos al parterre central, para seguir su camino suicida; de pronto, uno de ellos es atropellado. El conductor choca con otro carro y huye... El “peatón” yace inerte y desangrado en la calzada. Está muerto.

La ambulancia llega y comprueba el deceso. Se produce un terrible congestionamiento vehicular; llega la ATM. Llantos, gritos y escenas de dolor invaden el ambiente. ¡Se ha producido otro caso más de irresponsabilidad!

Arq. Augusto Cornejo Franco