La importancia de la educacion

La mediocridad y el conformismo son dos de los peores males de una sociedad y ambos van de la mano de la educación (o la ausencia de la misma).

Es un círculo vicioso que empieza por la falta de visión de futuro, los objetivos a corto plazo y el escaso apego a la realidad.

Actualmente es más importante tener el último modelo de pantalla plana que pensar en ahorrar para la universidad de un hijo, básicamente por que nadie transmite la importancia de pensar en el futuro, de prepararse para el día de mañana.

La educación siempre está en boca de todos pero nunca es la prioridad de nadie. Si no empezamos con algo tan básico y a la vez fundamental como la importancia de educar a las futuras generaciones, el futuro se torna preocupantemente complicado.

En países como Alemania o Luxemburgo los salarios de los profesores oscilan entre los US$ 4.000 / mes a máximos de hasta US$ 9.000 / mes, y aquí cabría una pregunta bastante simple; ¿por qué se considera tanto y tan bien a un profesor en estos países?

Mi respuesta personal también es relativamente simple: porque están educando y formando a las generaciones futuras que deberán seguir sacando sus países adelante, generaciones que, con el pasar de los años, tendrán que ir enfrentándose a situaciones cada vez más complejas, y sin la formación adecuada esa tarea será mucho más difícil.

Igual que cuando estamos enfermos buscamos el mejor médico para que nos cure, deberíamos dar la misma importancia a la hora de buscar a quien educa a nuestros hijos y los prepara, junto con los propios padres, para la vida.

La educación no se debe limitar a lo que se aprende en el colegio, también hay que educar en valores y con esta idea vuelvo al comienzo de mi texto... la mediocridad y el conformismo.

Cuando no conoces nada diferente y te limitas a lo que tienes delante, sin poner en tela de juicio nada, te conformas con lo que conoces; y cuando no aspiras a mejorar, a aprender, a crear, a crecer, te conviertes en una persona mediocre, sin ambición ni visión de futuro. Así entramos en ese círculo vicioso que lleva a mucha gente a estar en su zona de confort, sin pensar más allá del día a día.

Con estas breves líneas me gustaría transmitir la importancia de cambiar la mentalidad del corto plazo, de lo fundamental de pensar en el día de mañana y en tener las herramientas necesarias para poder desarrollar personas que sigan aportando, que sigan mejorando nuestras sociedades y que, en la medida de nuestra posibilidades, todos pongamos un “granito de arena” para que el futuro no venga solo cargado de mejoras e innovaciones tecnológicas sino de personas capaces, preparadas y con determinación para lidiar con los cambios con los que nos vamos enfrentando.