Tarea. Dos instructores son los encargados de impartir la disciplina militar en el plantel particular Hugo Ortiz.

Hugo Ortiz es el nombre de otro colegio en el sur

Mientras el tradicional colegio Teniente Hugo Ortiz Garcés, ubicado en el norte de la ciudad (frente a Samanes), dejó de ser militar para convertirse en fiscal en marzo de 2016; hay un establecimiento educativo particular que tiene el mismo nombre y of

Mientras el tradicional colegio Teniente Hugo Ortiz Garcés, ubicado en el norte de la ciudad (frente a Samanes), dejó de ser militar para convertirse en fiscal en marzo de 2016; hay un establecimiento educativo particular que tiene el mismo nombre y ofrece una formación castrense a sus estudiantes que habitan, en su mayoría, en los sectores populares del sur.

Se trata de la Unidad Educativa Particular Hugo Ortiz Garcés, situada en la ciudadela Coviem, que adoptó ese nombre en 2012, luego del cambio de propietarios que lo fundaron en el 2000 con la denominación de ‘Brigadieres del Saber’.

Pero la similitud no solo está en el nombre de la entidad. Los alumnos de este centro particular visten uniformes con diseños y colores parecidos a los que se utilizaron hasta el año lectivo anterior (2015-2016) en el ahora colegio público.

Por ejemplo, el terno caqui lo visten a diario; el gris lo usan los estudiantes de segundo de bachillerato a primero de básica en ceremonias especiales y exámenes; mientras que la chaqueta blanca la utilizan los de tercero de bachillerato, también, en eventos importantes.

Aparte tienen el uniforme de educación física ( camiseta amarilla y calentador negro). Desde mayo pasado, con el inicio del nuevo ciclo escolar en el régimen Costa, el plantel fiscal ha adoptado estas prendas como uniforme diario.

Édison Mejía Lucas, rector del centro privado que funciona en la jornada matutina y tiene 325 estudiantes, asegura que estas semejanzas son solo coincidencias. “Nada es a propósito, porque nunca nos quisimos parecer al que era el Teniente Hugo Ortiz Garcés. A pesar de que desde nuestros inicios nos confundían en los desfiles y en las actividades académicas a las que asistíamos, nunca quisimos cambiar nuestra visión: ser el mejor colegio del sur que oferte una formación militar”, expresa.

El directivo reconoce que era incómodo aclarar que no se trataba del otro colegio; “pero con la fiscalización del teniente Hugo Ortiz los estudiantes, profesores y padres de familia reconocen que estamos ganando nuestra propia identidad”.

Walter Cuenca y Mavilo Fajardo, exmiembros de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), son los instructores de la disciplina militar; mientras que el pastor Freddy Ávila es el guía espiritual e integra el Departamento de Consejería Estudiantil.

Los directivos del establecimiento no quieren hablar de beneficios o perjuicios que pudiera haberles traído este parecido, pues aclaran que se trata de dos estratos sociales diferentes. “Nuestra zona de influencia es el sur; la del otro colegio está en el norte”.

Los padres destacan la ‘educación concentrada’, debido al poco número de estudiantes.

En Guayaquil hay cinco planteles réplicas con nombres de establecimientos emblemáticos; pero este no es el caso del colegio particular Hugo Ortiz Garcés.