Servicio. Julio Espinoza, taxista de la cooperativa San Antonio, muestra su taxímetro.

Los hoteleros se niegan a usar taxis amarillos

Los hoteleros rompen con la ATM por culpa de los taxistas. Así de rotundo se ha mostrado el gremio turístico ante la exigencia de la Agencia de Tránsito Municipal de que solo utilicen taxis amarillos y prescindan de la flota de vehículos ejecutivos.

Los hoteleros rompen con la ATM por culpa de los taxistas. Así de rotundo se ha mostrado el gremio turístico ante la exigencia de la Agencia de Tránsito Municipal de que solo utilicen taxis amarillos y prescindan de la flota de vehículos ejecutivos. “Nos negamos a seguir utilizando a taxistas amarillos”, zanjó en una carta el presidente de la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo, Holbach Muñetón.

“Los señores taxistas, al parecer, no cumplen ni con lo que la ley establece ni con los compromisos adquiridos con el gremio hotelero y turístico”, añadió el representante del sector, tras denunciar en siete puntos todos los incumplimientos de los choferes.

Desde la falta de respeto a las tarifas y el no uso del taxímetro hasta las malas condiciones o suciedad de las unidades. E, incluso, reclamó por el mal trato al usuario con lenguaje poco respetuoso y la negativa a prender el aire acondicionado.

Como conclusión a los problemas que, según el presidente de Fenacaptur, trae todo esto para la imagen de la ciudad y la impresión que se lleva el turista nacional y extranjero, el gremio hotelero decidió volver a contar con los taxis ejecutivos.

EXPRESO recabó la versión de los aludidos, quienes cuestionan que se generalice. “Es posible que sean unos seis que anden mal vestidos o tengan el carro sucio, pero no todos”, dijo George Mera, presidente de la Unión de Cooperativas de Taxis del Guayas.

La fuerza amarilla, recordó el conductor, sirve a Guayaquil por más de 50 años y siempre ha brindado un buen servicio. Punto por punto, Mera fue matizando las denuncias del sector hotelero. Si el vehículo está sucio es porque cuando llueve todo el día no es posible mantener la unidad limpia. Sobre las condiciones mecánicas, asegura que se ha renovado la flota en un 90 %, desde el 2008 a través del Plan Renova.

Pero, ¿no puede negar que la mayoría no usa el taxímetro?

“No nos negamos a usar el taxímetro, pero se tiene que regular. Desde el 2003 no se han recibido las tarifas”, indicó. Hace 13 años, recordó, un carro costaba $ 7.000 y una llanta $ 20, ahora un vehículo vale $ 16.000 y un neumático, $ 80.

Sin embargo, ¿en 2003 tampoco se usaba el taxímetro?

“En esto también tiene que actuar el usuario, porque antes de subir al taxi pregunta cuánto cuesta la carrera”, manifestó.