1. Bastoneras. Las jóvenes se ganaron el aplauso del público que copó las calles céntricas. 2. Alegóricos. Cada vehículo estuvo abordado por reinas y personajes iconos de la ciudad. 3. Banderas. Los colores celeste y blanco flamearon en las manos de los j

El homenaje estudiantil tuvo escasos planteles publicos

No participaron los grandes colegios fiscales de la ciudad.

Más de 3.000 estudiantes de 28 establecimientos educativos y siete carros alegóricos, que representan al Guayaquil turístico, saludaron ayer a la ciudad en sus 481 años del proceso fundacional.

La mayoría de los estudiantes pertenecían a colegios particulares (militares y religiosos) y solo dos planteles fiscales formaron parte de los siete bloques en los que estuvo dividido el desfile ‘Guayaquil es mi destino en sus fiestas patronales’, organizado por el Municipio.

El público apostado, desde tempranas horas, a lo largo de las calles Quito, Clemente Ballén, Primero de Mayo, Lorenzo de Garaicoa, 9 de Octubre y Malecón, fue el primero en extrañar la presencia de los alumnos de colegios emblemáticos como el Vicente Rocafuerte, Guayaquil, 28 de Mayo, Dolores Sucre, Aurora Estrada, Simón Bolívar, entre otros, que todos los años, con sus bandas de música y sus bastoneras, eran la atracción en este tipo de eventos cívicos.

“Esta es una fecha en la que todos debemos estar unidos y sin ninguna distinción rendir homenaje a la ciudad”, dijo Carlos León, un padre de familia, al notar la ausencia de los alumnos de centros públicos.

A la altura de la avenida 9 de Octubre y Pedro Carbo, un grupo de jóvenes portó pancartas donde expresaron su malestar por no ser parte de esta festividad. “Gracias Municipio por habernos invitado, pero el Ministerio no nos dejó participar”, rezaba uno de los letreros; mientras que en otro se leía una interrogante. “Señor ministro de Educación, ¿por qué no nos deja desfilar?”.

Los jóvenes que protestaron no quisieron identificarse, tampoco decir sus nombres “por temor a retaliaciones”, según dijeron. No obstante, indicaron que estaban en medio del público para saludar a Guayaquil, al igual que cientos de personas nacionales y extranjeras que salieron a las calles para observar este evento colorido. Otros ciudadanos pudieron apreciar el paso de las delegaciones estudiantiles desde sus balcones abanderados de los colores celeste y blanco.

“Todos los años vengo a Guayaquil por las festividades julianas y nunca me pierdo de este bonito espectáculo”, dijo el cuencano Carlos Pilataxi, quien con una cámara filmaba el baile de los jóvenes.

El desfile se inició a las 07:00 con la salida de los carros alegóricos desde la avenida Las Esclusas. Al llegar a la avenida Quito y Clemente Ballén (Parque Victoria) continuaron hasta la calle 1° de Mayo y Lorenzo de Garaicoa, donde se estacionaron para que la ciudadanía pueda observarlos de cerca y tomarse fotografías. Los alumnos continuaron el recorrido por la avenida 9 de Octubre hasta el Malecón.

En horas de la tarde, los alegóricos, junto a comparsas y grupos de danza, retomaron el desfile para recorrer dos kilómetros al ritmo de canciones guayaquileñas. Allí participaron 29 academias de danza y grupos folclóricos, sumando 1.200 integrantes. Además desfilaron siete autos clásicos.

Más de 3.000 estudiantes de 28 establecimientos educativos y siete carros alegóricos, que representan al Guayaquil turístico, saludaron ayer a la ciudad en sus 481 años del proceso fundacional.

La mayoría de los estudiantes pertenecían a colegios particulares (militares y religiosos) y solo dos planteles fiscales formaron parte de los siete bloques en los que estuvo dividido el desfile ‘Guayaquil es mi destino en sus fiestas patronales’, organizado por el Municipio.

El público apostado, desde tempranas horas, a lo largo de las calles Quito, Clemente Ballén, Primero de Mayo, Lorenzo de Garaicoa, 9 de Octubre y Malecón, fue el primero en extrañar la presencia de los alumnos de colegios emblemáticos como el Vicente Rocafuerte, Guayaquil, 28 de Mayo, Dolores Sucre, Aurora Estrada, Simón Bolívar, entre otros, que todos los años, con sus bandas de música y sus bastoneras, eran la atracción en este tipo de eventos cívicos.

“Esta es una fecha en la que todos debemos estar unidos y sin ninguna distinción rendir homenaje a la ciudad”, dijo Carlos León, un padre de familia, al notar la ausencia de los alumnos de centros públicos.

A la altura de la avenida 9 de Octubre y Pedro Carbo, un grupo de jóvenes portó pancartas donde expresaron su malestar por no ser parte de esta festividad. “Gracias Municipio por habernos invitado, pero el Ministerio no nos dejó participar”, rezaba uno de los letreros; mientras que en otro se leía una interrogante. “Señor ministro de Educación, ¿por qué no nos deja desfilar?”.

Los jóvenes que protestaron no quisieron identificarse, tampoco decir sus nombres “por temor a retaliaciones”, según dijeron. No obstante, indicaron que estaban en medio del público para saludar a Guayaquil, al igual que cientos de personas nacionales y extranjeras que salieron a las calles para observar este evento colorido. Otros ciudadanos pudieron apreciar el paso de las delegaciones estudiantiles desde sus balcones abanderados de los colores celeste y blanco.

“Todos los años vengo a Guayaquil por las festividades julianas y nunca me pierdo de este bonito espectáculo”, dijo el cuencano Carlos Pilataxi, quien con una cámara filmaba el baile de los jóvenes.

El desfile se inició a las 07:00 con la salida de los carros alegóricos desde la avenida Las Esclusas. Al llegar a la avenida Quito y Clemente Ballén (Parque Victoria) continuaron hasta la calle 1° de Mayo y Lorenzo de Garaicoa, donde se estacionaron para que la ciudadanía pueda observarlos de cerca y tomarse fotografías. Los alumnos continuaron el recorrido por la avenida 9 de Octubre hasta el Malecón.

En horas de la tarde, los alegóricos, junto a comparsas y grupos de danza, retomaron el desfile para recorrer dos kilómetros al ritmo de canciones guayaquileñas. Allí participaron 29 academias de danza y grupos folclóricos, sumando 1.200 integrantes. Además desfilaron siete autos clásicos.