Tras el asesinato del sacerdote Roger Matassolli, cometido por una de sus presuntas víctimas, salieron a luz más casos.

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Le clavó un crucifijo en la garganta y lo asfixió. El pasado 4 de noviembre, Alexandre V., de 19 años, asesinó al sacerdote Roger Matassolli, de 91, quien lo habría agredido sexualmente cuando era niño. Tras su muerte, salieron a la luz más casos de pr

Le clavó un crucifijo en la garganta y lo asfixió. El pasado 4 de noviembre, Alexandre V., de 19 años, asesinó al sacerdote Roger Matassolli, de 91, quien lo habría agredido sexualmente cuando era niño. Tras su muerte, salieron a la luz más casos de presunto abuso a otros menores.

Colette, hermana de una de las víctimas, denunció la inacción de los organismos al momento de aprehenderlo. La mujer contó a Franceinfo que las agresiones sexuales a menores perpetradas por el padre Matassoli eran constantes en la década de los ochenta.

Además reveló que el sacerdote habría sido transferido en 1967 a Saint-André porque tocó a niños en la parroquia a la que pertenecía. Fue en ese momento que decidió preguntarle a sus hermanos, Paul y Jacques, si fueron víctimas de Matassoli.

El primero confesó que se había bañado desnudo con Matassoli en su casa; mientras que el segundo se echó a llorar y solo le dijo que el cura le había echado el ojo, según apunta Crónica.

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La mujer recordó que el religioso solía almorzar en su casa con regularidad y que durante sus visitas tomaba a Jacques y lo ponía en sus rodillas. El hombre confesó, entre lágrimas, que el sacerdote le tocaba los genitales cuando esto ocurría.

Según el medio argentino, Jacques había hablado con sus compañeros de campamento sobre el abuso del que era víctima; pero nadie le creyó y nunca más volvió a referirse al tema. Los abusos se produjeron cuando él tenía 6 años y su hermano tenía 15.

“El párroco estaba siendo protegido”, aseguró Colette. Cuando su familia se enteró de las agresiones sexuales enviaron una carta al obispado de Beauvias, pero ellos alegaron que se perdió.

Según el obispo Jacques Benoit-Gonnin, nombrado en 2010, durante el periodo en que se envió el documento se produjo el cambio de autoridades religiosas, por lo que se traspapeló. Además, admitió que al tener solo un testimonio creyó en la versión de Matassoli.

Cuando Benoit-Gonnin abrió una investigación, en 2018, tras más denuncias, la prescripción de los hechos hizo que esta quedara en nada.