Historia de los partidos politicos

Parece ser que la historia de los partidos y movimientos políticos es la historia de su división interna. Los conservadores se dividieron en clásicos y auténticos. Los liberales en alfaristas y placistas y la clásica división; el marcismo se concretó en comunismo y socialismo y luego en eurocomunismo que rechazaba la indebida injerencia de la revolución rusa y especialmente del dictador Stalin en los procesos políticos de Europa.

Parece arrancar esa fragmentación desde los grandes tiempos de la división celestial con la rebelión de Luzbel y los ángeles soberbios. Actualmente en el Ecuador se han producido divisiones y disensiones internas muy frecuentes.

Es el caso por ejemplo del llamado Alianza PAIS que enfrenta a dos líderes: el uno gobernante por casi 10 años llamado Rafael Correa y el otro, que inicia su andadura política desde la presidencia de la República y su nombre es Lenín Moreno.

El Partido Social Cristiano, fundado por Camilo Ponce Enríquez y uno de cuyos fundadores fue Sixto Durán Ballén, padeció la división interna cuando Durán decidió postularse a las presidencias de la República y se enfrentó a Jaime Nebot que contaba con el respaldo interno de su partido y que en este hubo dos tendencias: una, la costeña liderada por León Febres Cordero de tendencia liberal y otra dirigida por los seguidores de Camilo Ponce Enríquez y de tendencia centralista.

La división interna, sin embargo no es producto exclusivo de los partidos y grupos políticos ecuatorianos. En casi todo el orbe esa división se ha producido, causando serios y graves enfrentamientos y no solo ocurre en la política. También en la religión se han dado esos enfrentamientos, cuando se rompe la unidad religiosa y cultura de Europa con la rebelión de Lutero. Y tras de este con una división profunda y numerosa que lo divide en grupos y hasta en sectas.

Sin embargo, tanto la política como la religión sigue siendo una de las actividades fundamentales de los ciudadanos en el mundo y los sistemas religiosos siguen vigentes en todos los continentes de la Tierra.

La división parece ser el signo y la norma de los seres humanos.