Hay un voto para todos

Hay un voto para todos

El voto es plural. Ahora es posible de varias formas, que no hacerlo ya no es una excusa. Las realidades de la sociedad ecuatoriana y otras del mundo han evolucionado el ejercicio del sufragio que ahora abre el abanico para otros.

El voto es plural. Ahora es posible de varias formas, que no hacerlo ya no es una excusa. Las realidades de la sociedad ecuatoriana y otras del mundo han evolucionado el ejercicio del sufragio que ahora abre el abanico para otros.

El voto en Ecuador es obligatorio para los mayores de 18 hasta los 65 años y este universo incluye, por ejemplo, a personas con discapacidad física que, por su condición, les es difícil movilizarse hasta su lugar de votación. El voto asistido les da facilidad con la ubicación de mesas de votación en lugares accesibles para quienes usan sillas de ruedas y muletas; y plantillas con el sistema Braille para las personas ciegas.

El voto en casa es otra modalidad. Es para quienes sufren de alguna discapacidad y tienen más de 65 años de edad. Este fue implementado por primera vez en 2013 con 18 beneficiarios. El Consejo Nacional Electoral aspira a facilitar el sufragio bajo esta modalidad a cerca de 1.000 personas en todo el país en las próximas elecciones.

La lista sigue con el voto facultativo. La Constitución de 2008 lo creó para permitir el sufragio opcional para un universo de personas que incluye a las personas entre 16 y 18 años y mayores de 65 años, entre otros. El consejero electoral, Mauricio Tayupanta, estima que el 19 de febrero de 2017 estarán habilitadas para votar cerca de 362 mil personas dentro de este universo que no contempla a los ecuatorianos residentes en el exterior, que también tienen voto facultativo. En 2013, más de 280 mil compatriotas estaban registrados en el exterior para sufragar. La cifra oficial se conocerá cuando termine la campaña de cambio de domicilio electoral a finales de mes. También tienen voto facultativo los extranjeros desde los 16 años de edad que residan legalmente en el país al menos cinco años.

El voto ordinario es el de la mayoría de ecuatorianos. No ejercerlo acarrea una multa del 10 % de una remuneración mensual básica unificada (es decir 36,6 dólares de acuerdo con el salario actual). Y no integrar la junta receptora del voto estando obligado será del 15 %.

El Consejo Nacional Electoral aún no define el número de ciudadanos que podrán sufragar en febrero próximo. Continúa en el proceso de depuración del padrón electoral. No obstante, una proyección poblacional del Instituto Nacional de Estadística y Censos establece que para el 2017 existirán 9’406.319 ecuatorianos entre 19 y 65 años de edad.