La halterofilia
Ciertas comparaciones a veces resultan odiosas. Pero, ¿qué pasaría si en este país futbolizado la halterofilia tuviese más seguidores que el llamado “rey de los deportes”? en realidad, no lo sabríamos, pero no por eso queremos que el fútbol ande mal. Sin embargo, nadie puede negar que los últimos triunfos alcanzados por las pesas a nivel mundial ha sido lo mejor que le ha ocurrido en tantos años al alicaído deporte ecuatoriano y que a fuerza de ser sinceros, necesitaríamos escenarios con un mayor aforo para que se junten a aplaudir todos los ecuatorianos. Es verdad que hay que mantener en alto aquellas victorias que enorgullecieron al país a lo largo de la historia, pero también debemos ponderar a tiempo los elogios que estamos recibiendo allende las fronteras, y todo por ese enorme espíritu de lucha con que trabaja el deporte de los fierros. Aparte de las experimentadas deportistas Alexandra Escobar y Seledina Nieves, en estos momentos existe un enorme contingente juvenil que hace posible abrigar grandes esperanzas para las próximas citas a nivel mundial. Por ejemplo, las hermanas Neisi y Angie Dajomes se han convertido en las mimadas olímpicas de Ecuador, seguidas por Cinthia Sanmartín, Leslye Calixto, Mónica Tapuy, Tamara Salazar, Emily Anangonó y Lisseth Ayoví, quien durante su reciente participación en el mundial de Tokio subió tres veces al podio para ganar una medalla de plata y dos de bronce en más de 90 kg, mientras que en varones destacan Julián Rivera, Rafael Ferruzola, Christian Zurita, Víctor Garrido, Silverio Narankas, Jairo Merino, José Quijije, Dixon Arroyo, entre otros. En todo caso es encomiable la labor que realiza Federación Ecuatoriana de Pesas. No hace mucho su presidente Luis Zambrano Andrade fue elegido con 71 votos como nuevo miembro del Consejo Ejecutivo de la Federación Mundial de Levantamiento de Pesas, cuyo presidente es el doctor Tamas Ajam, de Hungría. Otra gestión importante de la FELP es haber enviado a que estudien en programas técnicos en la ex Unión Soviética, a dos entrenadores de Guayas y Los Ríos, para que cuando regresen formen nuevos instructores nacionales. El Estado debería invertir de una manera más responsable en los deportistas de alto nivel, donde algunos solo perciben 150 dólares mensuales.