trump está despistado, sus asesores también. No notan que la globalización ha eliminado las fronteras haciendo que el flujo de bienes y servicios entre países se dé como nunca antes en la historia. Las naciones se han hecho dependientes entre ellas. Ahora no es fácil tomar medidas unilaterales pues tienen graves efectos que incluso perjudican a quien las toma. Es el caso de la descabellada guerra de aranceles iniciada por Trump. En la TV por cable escuché una entrevista hecha al propietario de una fábrica de banderas en China. Sucede que él tiene de importante cliente al Gobierno de Estados Unidos, incluso a Trump, quien hizo un pedido durante su campaña presidencial, para regalarlas a su base. Ya que él piensa ser candidato nuevamente para las elecciones del 2020, hizo un nuevo pedido de miles de banderas. Este propietario posee un auto BMW fabricado en Estados Unidos y diseñado en Alemania y usa un celular iPhone 7 de Apple diseñado en EE.UU. y fabricado en China. El caso del empresario chino es ejemplo de lo que hoy es la globalización.

En Carolina del Sur está la fábrica de BMW, la más grande del mundo; también la de Volvo, hoy propiedad de chinos, y cuya matriz se encuentra en Suecia. El Honda Odyssey hecho en EE. UU. tiene 75 % de sus piezas fabricadas allí mismo, incluyendo motor y transmisión. La interconexión de las empresas fabricantes de autos es muy difícil de deshacer por la guerra comercial; los costos serían muy elevados. Trump, sin conocimiento, comentó protestando que su país estaba inundado de autos fabricados en el extranjero; algo típico en él, hablar sin estar informado. No hace sentido reemplazar a bienes importados con fabricados dentro de EE.UU. Paul Krugman, Nobel en Economía, comentó: “Lo notable en las tarifas de Trump es que son autodestructivas”. La empresa Harley-Davidson, fabricante de las famosas motos con su nombre, advirtió que deberá construir una fábrica fuera de EE. UU. para evitar que los europeos encarezcan el precio de las motos por el aumento de los aranceles.

La guerra comercial podría afectar a las exportaciones ecuatorianas.