Otro récord para Guayas. Sus habitantes suman el monto más alto de deudas con el extinto Banco Nacional de Fomento (BNF). A la fecha, acumulan 60,6 millones de dólares por pagar. El 26,9 % de los 224,89 millones de dólares de cartera vencida de la exinstitución bancaria.

De ese monto, 85,51 millones pueden desaparecer. Corresponden a multas, intereses y sobrecargos que la ley Orgánica de Reestructuración y Condonación de Deudas, vigente desde el 18 de abril, condonaba.

Lorena Serna, liquidadora del banco que cerró sus puertas en 2016, explicó que, pese al beneficio, la acogida ha sido mínima. En la Comisión de Soberanía Alimentaria, la funcionaria indicó que, de las 29.712 operaciones crediticias que están en mora, solo 1.927 clientes se han acercado a solicitar la reestructuración. Guayas es una de las provincias que, en estadísticas, menos interesados tuvo ante la norma.

¿A qué responde el bajo número de clientes atentos a una reestructuración de haberes? Serna dijo a EXPRESO que hay algunos factores que impiden que el mensaje llegue hasta los interesados. Una es, por ejemplo, que a pesar de las campañas de la institución en medios de comunicación, no hay interés en los clientes. El campesino, el agricultor, resalta, está más enfocado en trabajar y no en prestar atención a las noticias, a pesar de ser en su beneficio. Recordó que en 95 días termina el plazo para pedir la condonación. Es decir, el 18 de octubre.

Mirian Rodríguez, representante del Frente Nacional de Deudores, no está de acuerdo con la liquidadora. Ella sostuvo ante los integrantes de la comisión legislativa, ayer, que no hay dinero para solicitar la reestructuración. La ley establece que el deudor interesado en la condonación debe pagar el 5 % de la deuda que mantiene. “Es imposible porque no se tiene plata ni para volver a sembrar, peor para dar el encaje que determina la ley”, acotó la representante de los afectados.

Rodríguez planteó que no solo se elimine ese porcentaje, sino que se condonen las deudas y “empezar de cero”.

El asambleísta de CREO, Franco Romero, coincide con la deudora en el origen del problema: “No hay dinero”. Eso, acota, no se cambia con una ley. “No me hablen de falta de socialización. Lo que pasa es que no hay dinero para pagar. Los deudores pueden tener toda la buena fe, pero si no hay plata, ¿para qué se acercan al banco?”, dijo.

Romero recordó que hay otras leyes, aprobadas por la Asamblea de mayoría oficialista, que tampoco han dado el resultado esperado.

Carlos Bergmann, asambleísta de PAIS, estuvo en la aprobación de algunas de esas leyes. Él dijo que, en los próximos días, hablará con las autoridades económicas y representantes de las instituciones de la banca pública para que informen cómo avanza la recuperación de cartera sobre la base de las leyes aprobadas.

Leyes aprobadas

Banca Cerrada

La Asamblea aprobó la ley en favor de los deudores de buena fe de la banca cerrada, en febrero de 2014. No todos los beneficiarios se acercaron a reestructurar, por lo que se aprobó una nueva ley el 14 de abril de 2017 para ampliar los plazos.

Banco Fomento

Desde el 18 de abril de 2017 está vigente la Ley de Reestructuración de deudas del Banco de Fomento, el 18 de octubre termina el plazo para renegociar las deudas; sin embargo, hasta el momento solo hay un 6,4 % de gente que se ha acercado a pedir la condonación.

Tributaria

En abril de 2015 se aprobó la Ley Orgánica de Remisión de Intereses, Multas y Recargos que condona multas e intereses por las deudas con el Servicio de Rentas Internas. Esta logró recaudar más de 500 millones de dólares.