Guayaquil, puerto principal
Es indiscutible que Guayaquil siempre será el puerto más importante del país. El antiguamente llamado “Puerto Nuevo” de Guayaquil, sin el obstáculo de rocas sumergidas de Los Goles y con el canal de acceso dragado a una profundidad de 12,5 metros -iniciativa del Municipio de la ciudad-, tiene para muchos años de operación eficiente.
El Puerto de Aguas Profundas en Posorja solamente reitera la vocación portuaria de la ciudad de Olmedo al funcionar como puerto de transferencia y asegurar la actividad portuaria hacia el futuro, cuando el puerto en Guayaquil se sature.
Por ello es de vital importancia la planificación integral de los puertos y sus sistemas viales.
El Gobierno central nos informa que la licitación para la concesión del puente y viaductos sur se adjudicará en setiembre del presente año. Es imprescindible que se consideren los carriles y altura adecuados con proyección al futuro. Sería de desear que la estructura contemple la posibilidad del paso de un tren por ella. Cuando se trabaja sobre agua, la planificación no se debe limitar a 50 años y a los medios de transporte con los que se cuenta ahora solamente. El concesionario de este puente tiene asegurado el negocio por el alto tráfico actual y el proyectado.
Otro cantar es la carretera al Puerto de Aguas Profundas. El tráfico actual no financia una concesión, pero su construcción es de vital importancia para el desarrollo de Guayaquil y su proyección hacia el mar. Esta autopista bien puede conectar Guayaquil con su nuevo aeropuerto y el puerto de Posorja, aliviando además la congestión que actualmente ya sufre la carretera a las playas en el tramo de Puerto Azul y las nuevas urbanizaciones que se están desarrollando por el sector. Además, descongestionaría la carretera a Salinas en los días de alto tráfico de temporada.
Por ello espero que las nuevas autoridades que elegiremos el 24 de este mes exijan del Gobierno central que, así como financió la autopista al nuevo aeropuerto de Quito, diseñe y construya esta autopista tan necesaria para Guayaquil; su mantenimiento bien se puede luego concesionar.