Amigos, Lourdes Llorente y Jordy Homs viven en Barcelona

Guayaquil, un destino cosmopolita

Es una imagen que cada vez se vuelve más familiar: cientos de turistas nacionales y extranjeros que diariamente recorren a pie por el centro de Guayaquil, con cámaras fotográficas, zapatos cómodos, ropa fresca, botellas con agua y gafas para el sol.

La calidez de los guayaquileños, el clima y la comida han convertido a la ciudad en un destino para vacacionar.

Los turistas seleccionan Guayaquil por sus atractivos lugares como el parque Seminario, donde pueden tomarse fotos con las iguanas, teniendo de fondo a la catedral; el malecón Simón Bolívar, cobijado por el río Guayas y con un sinnúmero de distracciones que van desde juegos infantiles, hasta la majestuosa noria (La Perla) de 57,5 metros de alto; el malecón del Salado, con miradores al estero; el cerro Santa Ana, que tiene 444 escalones y alberga a restaurantes, cafés, galerías de arte y tiendas de artesanías; el barrio Las Peñas, reconocido por su estilo arquitectónico colonial; así como los parques acuáticos, entre otros.

Por eso ahora Guayaquil no se queda vacía ni siquiera durante los largos feriados, cuando muchos de sus habitantes deciden trasladarse a otros sitios.

Quienes se quedan en el Puerto Principal y los que llegan de otras provincias del Ecuador y de otros países, le dan además un carácter cosmopolita, pues en sus calles es posible hallar gente de casi todo el mundo.

Ellos dan testimonio de lo atractiva de la ciudad y de los diferentes lugares que hay para pasarla solos o en familia.