Así lucía el ceibo que fue talado, por la ubicación de la Aerovía, el 17 de septiembre.

Tiene Guayaquil arboles patrimoniales

El director del Jardín Botánico asegura que hace unos dos años se elaboró la propuesta de los árboles patrimoniales de Guayaquil. ¿Ayudaría tener una lista así para preservarlos?

El Municipio de Guayaquil ha dicho que por el ceibo talado —en las calles Quito y Julián Coronel donde funcionará una estación de la Aerovía— reforestará 750 ceibos. Además, en el mismo comunicado publicado por la Alcaldía, se asegura que la ciudad está bien en cuestión de áreas verdes: existen 9,5 metros cuadrados por habitante. Esa es la versión oficial.

Sin embargo, lo de la vegetación y flora urbana no es la primera vez que causa debate. Eduardo Jaime es fotógrafo y tiene su propia lista de árboles, que considera todos unos sobrevivientes en Guayaquil:

- El higuerón de la Clínica Guayaquil.

- Un pechiche escondido en el parque de la Merced.

- Los ceibos de la calle roca (cerca al Museo Municipal)

- Un guasmo ubicado por la calle José Mascote y Aguirre.

En su enumeración también tenía un lugar el ceibo talado. Ahora que no está, lamenta que escenas como estas no terminen sino que se repitan y con más frecuencia, según él, en áreas populares. Lo que recuerda pasó con los pigíos “que quedaron aislados en Monte Sinaí y fueron removidos diciendo que eran peligrosos para la ciudadanía”.

Frente a esto, el mismo comunicado del Cabildo se cuestiona: “Un ceibo sin duda es muy importante, ¿la transportación diaria de 40.000 personas no lo es?”, en referencia a la cantidad de pasajeros que se proyecta tener este sistema de transporte.

Fundación Iguana viralizó el destino que tendría este árbol. Se ha hablado de ordenanzas desde 2016 para protegerlos y también de la necesidad de enumerar lo que Guayaquil tiene para no depredarlo. ¿Hay árboles patrimoniales por nuestra acera? James Pérez es director del Jardín Botánico y dice que sí.

Aunque no da más precisiones sobre el tema, Pérez menciona que desde hace unos do o tres años “existe un documento con la propuesta” de cuáles árboles deberían ser considerados patrimoniales. Lo elaboró, cuenta, en conjunto con una arquitecta del Municipio de Guayaquil.

Iniciativa que aunque no se ha materializado es una preocupación recurrente. En 2016, el biólogo Roberto Jiménez Santistevan montó una exposición que recogía los ‘Árboles y plantas de Guayaquil’. A manera de memoria quedó un folleto del Ministerio de Cultura y Patrimonio y a manera de presentación se sugería lo siguiente: “Proponer a algunos árboles de Guayaquil como patrimoniales (...) árboles que tienen más de 20 años, como los del parque Seminario o Centenario”.

Como descripciones de las imágenes, pinturas y dibujos de aquella muestra, Jiménez ya daba una idea de lo que ocurría desde años anteriores con la vegetación del Puerto Principal.

1. Al talar el guayacán se extinguen las orquídeas y bromelias epifitas características del sector.

2. El bosque muy seco tropical del cerro Bellavista sufre regresión, al degradarse por la agresiva intervención, convirtiéndose en matorral arbustivo.

Esos síntomas en el medio ambiente no han dejado de ser una realidad. Lo que teme Eduardo, que ha ido almacenando imágenes de árboles talados o bosques deteriorados, es que ni logrando una ordenanza específica para preservar especies como el ceibo, se logre un cambio.

“No sería extraño que al lado del ceibo tumbado en unos años siembren palmeras y el problema no es que acaben con los árboles sino que te “reforesten tu ciudad” con otros exóticos que no tienen nada que ver con nuestra raíz e identidad”, comentó.

Dentro de las ordenanzas con que ya cuenta Guayaquil hay una publicada en noviembre de 2017 que está pensada para la “regulación de los procesos relacionados con la prevención, control y seguimiento de la contaminación ambiental”, como indica su título. Ahí se habla, en el artículo 38, del requisito de levantar un inventario de recursos forestales cuando haya la intención de empezar una obra.

Ese fue el caso de la Aerovía que desde enero de 2017 ya tenía listo su inventario. Entre las conclusiones, este fue uno de los resultados: “No se observaron especies de mayor importancia ecológica para la zona” y a su vez, que se registraron especies de importancia económica en el área de estudio: almendro, guayacán rosado, ceibo, acacia roja y pino.

Fuera de los proyectos que vengan a futuro, un gran intento por censar lo que se tiene se encuentra en el libro ‘Árboles de Guayaquil’ donde se contabilizaron en 2015, 88 tipos ya sean propios o migrantes, en toda la ciudad.