Franck Ribéry desconoció, con una sola oración, toda la ola de elogios que existen en Europa para su compatriota Antoine Griezmann.

“Todavía no es un jugador de clase mundial, porque aún no ha conseguido mantener su rendimiento en el tiempo”, dijo el extremo del Bayern de Múnich, en una entrevista con el medio alemán Sport Bild.

El futbolista, de 33 años, inclusive aseguró que su carrera sí es la de un jugador de clase mundial. “En los últimos diez años casi siempre he estado en el top mundial antes de caer lesionado durante mucho tiempo. Hay que mantener esas actuaciones durante 10, 12 o 15 años. Si Griezmann lo consigue lo felicitaré”, agregó.

No es la primera vez que Ribéry dispara en contra de Griezmann. El año anterior también le dedicó un par de perlas. “No hay duda de que él juega bien en el Atlético de Madrid, pero el Bayern de Múnich está en otro nivel”.

Griezmann, candidato al balón de oro de esta temporada por llegar a la final de la Eurocopa con Francia y a la final de la Champions League con el Atlético de Madrid, no tardó en responder. Aunque, prefirió armar una polémica mayor.

“Tiene razón en eso (Ribéry), trato de ser coherente, pero sé que estoy en el camino correcto”, indicó.

El delantero del cuadro español se lo tomó con un poco de humor. “Todo el mundo tiene una opinión. Para mi padre soy el mejor jugador del mundo, para la afición del Atlético también”, añadió.

Después de bromear un poco, Griezmann se puso serio y señaló que tratará de seguir en la élite para dentro de una década analizar si pudo ser de clase mundial.

“Ya se verá al final la clase de jugador que soy. Todavía tengo 10 años por delante”, concluyó.