
El gran golpe de Clinton y Trump
Hoy parece más claro que en la carrera hacia la Casa Blanca se encontrarán Hillary Clinton y Donald Trump, una candidata que exhibe como galones su amplio bagaje político frente a uno que pone lo contrario como su principal valor.
Hoy parece más claro que en la carrera hacia la Casa Blanca se encontrarán Hillary Clinton y Donald Trump, una candidata que exhibe como galones su amplio bagaje político frente a uno que pone lo contrario como su principal valor. Si una parecía la candidata de manual del partido demócrata, al otro no lo esperaba nadie y está provocando algo parecido a una implosión en los republicanos. Nueva York los aupó el martes con fuerza en las primarias más decisivas de este estado en décadas y, aunque aún no hay nada cerrado, los rivales tienen un margen ya muy estrecho para revertir la tendencia.
Los neoyorquinos no le fallaron a Clinton. Elegida dos veces senadora por este estado, ganadora de las primarias contra Barack Obama hace ocho (aunque acabó perdiendo el pulso final contra el hoy presidente), el martes obtuvo el 57,9 % de los votos, casi 16 puntos de diferencia respecto al senador de Vermont, el izquierdista Bernie Sanders, superando así los sondeos preelectorales.
Así que el hotel Sheraton de la calle 53 de Manhattan se convirtió en una fiesta. Con el Empire State of Mind de Alicia Keys sonando de fondo, Hillary Clinton salió exultante al escenario. “Habéis demostrado que no hay ningún sitio como casa”, dijo, “neoyorquinos, siempre habéis tenido mi corazón”.
Sus acólitos ya pensaban en las presidenciales, pese a que Sanders ha resultado un hueso más duro de roer de lo que Clinton imaginaba al principio. “Va a ser una gran presidenta, estoy segura, y va a ganar a Trump, no conozco a nadie de mi comunidad, ni gente latina ni negra, que pudiera votar a un candidato como él o como Ted Cruz”, decía Aidyn Urena, una joven afroamericana de 27 años, vecina de Harlem, aunque criada en el Bronx.
A pocas manzanas del Sheraton, Trump se emborrachaba de victoria en la torre que lleva su nombre en la selecta Quinta Avenida. Arrasó con el 60,5 % de los votos, según los datos al 58 % del escrutinio, lo que significa que se lleva prácticamente todos los delegados en juego (ver gráfico) al superar la mitad de las papeletas.
“Ha sido un éxito tremendo, increíble”, dijo triunfal. “Ya no hay carrera que valga porque el senador (de Texas) Ted Cruz ha sido eliminado automáticamente. Tenemos millones y millones de votos más que John Kasich”, recalcó.
Cruz es el único que ha tosido a Trump en las primarias y en Nueva York se quedó con el 14,5 % de los votos tras sus desafortunadas críticas a los “valores neoyorquinos”, mientras que el rezagado Kasich, gobernador de Ohio y único que da una cierta confianza al partido republicano, no cambia demasiado el escenario con el 25,1 % de esa noche. Cada vez más gente se imagina un duelo Clinton-Trump, aunque antes hay cerca de una veintena de estados en los que batallar, y sobre todo dos grandes estados donde también necesitarán marcar un buen resultado, Pensilvania y California.