La globalizacion sigue pero...

De la globalización como proceso y producto socioeconómico, científico-técnico, laboral y cultural, más que estrictamente productivo, se habla mucho y se conoce poco. De ella se dicen cosas, se la vive, viene, se queda, incide, afecta, deja resultados, etc., pero solo algunos reconocen que junto a lo positivo también se dan efectos negativos.

¿Quién hoy no tiene un celular, tablet o portátil y no está conectado en la red? Pocos. Incluso aquellos que no tienen en su casa una PC, van a un “cyber” para comunicarse vía correo electrónico con parientes y amigos de otros continentes. Esto en el plano estrictamente tecnológico. También en lo científico se dan variados efectos. Hoy se conocen los grandes descubrimientos porque cualquier persona se informa sobre los últimos fármacos que se recomiendan en enfermedades y dolencias. Es un hecho común que las personas conozcan que es el Big Bang, el cambio climático, la realidad virtual, etc. Esto pasa porque la información y el saber científico circulan continuamente por las redes sociales, la globalización y la intercomunicación derivada de ella.

Los jóvenes están en el mundo de la conectividad. Tienen su correo electrónico, mensajean y chatean con amigos de otros continentes. Culturalmente las personas son más flexibles a la apertura y menos resistentes a cargar un fardo enorme de tradiciones culturales que están inmovilizadas y enmohecidas. Hoy todo el mundo sabe que se puede conseguir un trabajo a través de las redes y el internet. Algunos jóvenes del país han logrado ubicación laboral por esta vía. El mundo financiero está integrado, globalizado y tejido en redes. Esto nadie desconoce. Pero es solo el lado positivo de la globalización.

El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz dice que la globalización ha traído beneficios para los países pero también reconoce que ha profundizado la exclusión y el debilitamiento de las naciones con poco desarrollo tecnológico. Ha creado desempleo, profundizado el rol de las multinacionales, etc. Es decir, junto a lo positivo hay hechos negativos que han creado malestar en el mundo. Por eso lo aconsejable es no ser ciegos idólatras de la globalización. Tampoco situarse entre quienes la satanizan. Es bueno aprender de lo que ella trae y aprovechar las oportunidades, pero no creer ingenuamente que con ella viene la solución de todo.