Impotencia. Diego Dorregaray se lamenta, por el empate en el último minuto.

Ganar, palabra vetada para el City

Sofocante. El árbitro Roddy Zambrano otorgó un minuto para que los jugadores se rehidraten en la mitad del primer tiempo.

Parecía que a la décima era la vencida, pero un descuido de la defensa le impidió al Guayaquil City conseguir su primera victoria en la temporada. El empate (1-1) registrado ayer en el estadio Capwell ante Universidad Católica fue el justo premio para el equipo quiteño, que nunca se dio por vencido.

Fue un partido atípico, que fácilmente se pudo haber definido a favor de los ‘camaratas’, de no mediar la jornada fatídica de Jhon Jairo Cifuente, que desperdició tres claras opciones de gol cuando encaró solo al golero Damián Frascarelli.

Romario Ibarra y Jeison Chalá también tuvieron en sus pies los tantos de la victoria capitalina, pero Frascarelli y el horizontal lo impidieron.

Más con ganas que con fútbol, el equipo de la ciudad también creó algunas opciones, pero Diego Dorregaray y José Luis Quiñónez no fueron efectivos de cara a la portería defendida por Hernán Galíndez.

En el minuto 70 Michael Hoyos puso en ventaja a los locales, con un potente remate desde fuera del área, dejando un sabor a injusticia entre los pocos hinchas que se hicieron presentes en la ‘Caldera’.

Obligado a buscar un revulsivo, Santiago Escobar, entrenador de la Universidad Católica, le dio entrada a Luis Miguel Escalada y el goleador no le falló.

A un minuto del pitazo final el argentino se escapó de la marca de la zaga rival y a la salida de un tiro de esquina envió el esférico al fondo de las redes, por el único espacio vacío que dejó el tumulto que guayaquileños y quiteños habían creado dentro del área.

Con este resultado el City sigue sepultado en el último lugar de la tabla. MGD