Euforia. Bruno Vides (c), delantero eléctrico, es arropado por los hinchas de Emelec luego de que el ofensivo argentino marcó su segundo gol, que permitió al Bombillo vencer de forma agónica a El Nacional en el Capwell.

Poco futbol, pero mucha garra

Tras los reclamos de la hinchada de Emelec, apareció el coraje azul para lograr la victoria ante El Nacional en el Capwell.

Si el fútbol no aparece, está la garra y la entrega. A aquello apeló Emelec para remontar ante El Nacional y sumar sus primeros tres puntos en la segunda etapa del torneo ecuatoriano.

Es que del enojo de los seguidores millonarios que reclamaron por el accionar de los jugadores, luego llegó esa muestra de amor propio para una victoria con alta dosis de sufrimiento. Algunos dicen que así se disfruta más.

El Bombillo mostraba ganas, pero sin claridad. Auspiciosos fueron los primeros minutos del argentino Fernando Luna, sin embargo con el transcurso de los minutos su juego empezó a diluirse. Es que esa fue la tónica de los eléctricos, donde Fernando Gaibor, Ayrton Preciado y Bruno Vides no pudieron mantener una línea de juego en alza, sino que entraban en pozos futbolísticos.

Por su parte, los visitantes aplicaban un férreo esquema defensivo, aunque con la aspiración de que los delanteros Bryan de Jesús y Jonathan Borja logren desequilibrar en un contragolpe.

Y así fue, que en un rápido contragolpe, De Jesús mandó el balón al fondo de la red para sorpresa de los hinchas eléctricos, luego de una mala cobertura del marcapunta eléctrico Byron Mina.

Aquello generó molestias en la afición de los dueños de casa, quienes empezaron a recriminar también al técnico Alfredo Arias, sin embargo llegó Vides, para en una notable jugada individual poner el empate. Fue el mismo ofensivo argentino, que desde el punto penal desató el carnaval millonario en un sufrido triunfo.