El ministro Oswaldo Jarrín estuvo presente en el acto militar.

Fuerzas Armadas se encaminan por nuevas directrices tras las protestas

Identificar, aislar y neutralizar a terroristas y delincuentes es la misión de las FF. AA.

El aniversario del paracaidismo ecuatoriano sirvió de escenario para anuncios militares tras las violentas protestas que dejaron al menos seis muertos, más de 1.300 heridos y una cantidad similar de personas aprehendidas en todo el país tras saqueos, agresiones, asaltos, incendios y actos delincuenciales.

Durante la ceremonia militar cumplida este martes 29 de octubre en la Brigada de Fuerzas Especiales Patria número 13 de Latacunga, Cotopaxi el director de operaciones del Comando Conjunto, Fabián Fuel, hizo varios anuncios. Es que las acciones violentas dejaron lecciones a los militares y nuevas directrices ante lo que ha sido denominado como una nueva amenaza atribuida a ‘delincuentes y terroristas’.

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“Nuestra misión será identificarles, aislarles, neutralizarles para ser entregados a las autoridades competentes”, señaló Fuel en un discurso en el que recordó la participación de las Fuerzas Armadas en la frontera norte con la Fuerza de Tarea Conjunta en Esmeraldas, en el combate a la minería ilegal en la parroquia la Merced de Buenos Aires, en Imbabura, entre otras acciones.

El oficial remarcó que los soldados son respetuosos de la Constitución y de las leyes que respetan al pueblo y que durante las jornadas de protesta en contra del decreto 883 que eliminaba el subsidio a los combustibles “no se disparó un solo cartucho, se cumplió la misión constitucional, se defendió la democracia y el orden constituido”.

El oficial insistió que los soldados aman la paz y por esa razón tienen que prepararse “para combatir la violencia y el terrorismo en nuestro país”. Fuel hizo un pedido al ministro de Defensa Oswaldo Jarrín, presente en el acto. Necesitamos que se revisen las leyes, necesitamos equipamiento y la inversión será en beneficio de un bien público, la seguridad de los ecuatorianos, dijo. En la Asamblea existen al menos cuatro proyectos de ley presentados por el ministro Jarrín y desde hace un año que esperan el trámite legislativo.

También hubo el mensaje del comandante del Ejército Luis Altamirano Junqueira. “Jamás permitiremos que nuestro terruño sea la hoguera bárbara del odio y la ambición”, inició el oficial en su discurso. Reconoció que el nuevo escenario para Fuerzas Armadas, no solo del Ecuador sino del mundo se presenta altamente difuso. Añadió que la dimensión ha dejado de ser exclusivamente conflictiva entre los Estados para mutar en la interrelación con fenómenos de violencia doméstica y transnacional, lo que se ha denominado como amenazas del desarrollo. Esa problemática, explicó, no solo desborda las fronteras nacionales sino que mantienen conexiones internacionales que por su dinámica y factores envueltos han tornado a los escenarios de seguridad en altamente complejos y bajo la penumbra de la incertidumbre. Añadió que la participación de Fuerzas Militares en seguridad interna no es nueva ni en sus conceptos ni en sus prácticas, sin embargo la diversificación de los actores y las formas de violencia obligan a repensar las soluciones y las discusiones que sobre el tema se ciernen.

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El oficial que reemplazó a Javier Pérez tras las jornadas de protesta del sector indígena habló de la necesidad de comprender que los problemas internos de cada Estado requieren de la acción de todas las instancias del mismo. Las protestas también motivaron el cambio de Roque Moreira a cargo del Comando Conjunto. Fue reemplazado por el general Luis Lara.