
Fuertes temporales en Peru arrasan el litoral
Emergencia. El río Rimac se desbordó en pleno centro de Lima; inundó monumentos como el Parque de la Muralla y obligó a desalojar el Palacio de Gobierno.
Una humilde mujer de 32 años que sobrevivió a una avalancha de lodo que la arrastraba junto a vacas, se convirtió ayer en el símbolo del drama en que han sumido a Perú las fuertes lluvias caídas desde inicios de año.
Evangelina Chamorro Díaz amaneció en el hospital público María Auxiliadora y con las imágenes en las que se le ve desesperada luchando por emerger del lodo, en las portadas de los principales diarios del país.
“No tiene fracturas, tampoco hemorragias internas. Básicamente son golpes y afectación psicológica por la experiencia traumática”, señaló el hospital en un comunicado citado por el diario El Comercio.
La feroz avalancha la arrastró el miércoles por un cauce seco más de 50 metros en el distrito de Punta Hermosa, un balneario frecuentado por surfistas a 45 km al sur de Lima.
Videos grabados por testigos recogen el instante en que la mujer lucha, aferrada a maderas, por no ahogarse. A pesar de sus gritos de auxilio, nadie pudo ingresar al lodazal y solo cuando logró acercarse a una orilla pudo ser rescatada por varios civiles.
La mujer estaba en su vivienda, con su esposo y dos hijos, cuando una masa de agua y lodo procedente de la cordillera se desplazó hacia el mar arrastrando a su paso todo lo que encontró, como ganado y establos. Su familia resultó ilesa, pero algunas vacas y cerdos acabaron vivos en el mar, en una imagen casi surrealista.
Perú sufre desde enero de este año inusuales lluvias torrenciales, avalanchas y desbordes de ríos que han provocado la muerte de 62 personas y han dejado más de 62.000 damnificados, según el Instituto Nacional de Defensa Civil.
La emergencia climática que la última semana asoló varias regiones del norte del Perú como Piura, Tumbes, Lambayeque, Cajamarca y La Libertad, también golpea desde el miércoles zonas del sur como Arequipa, Cusco o Apurímac, y del centro, como la capital Lima.
Los aguaceros tienen su origen en un fenómeno llamado ‘Niño costero’. Este se refiere a la corriente fría del Niño, que baña la costa peruana y viene sufriendo un calentamiento anómalo desde mediados de enero, alcanzando picos máximos de 29 grados. Casi un cuarto del país se encuentra en emergencia y el Gobierno nacional suspendió las clases en Lima a modo de prevención.