Abogado y analista político independiente. Especialista en Derecho Penal. Ha ejercido como catedrático durante más de tres décadas en la Universidad Católica Santiago de Guayaquil.

Francisco Pesantez: “El estado de la justicia es lamentable”

El caso de René Ramírez, secretario nacional de Educación Superior, contra el candidato Guillermo Lasso (finalmente hallado culpable); encendió un debate sobre el estado de la justicia.

EL CONTEXTO

El detonante. El caso de René Ramírez, secretario nacional de Educación Superior, contra el candidato Guillermo Lasso (finalmente hallado culpable); encendió un debate sobre el estado de la justicia. En la oposición, el caso generó valoraciones similares sobre la función del Estado. Lasso prometió “inaugurar la justicia”; Cynthia Viteri criticó “la persecución”; Paúl Carrasco se refirió a las cortes como “correístas y politizadas”. Todos prometieron reformarla.

Es un penalista; es decir, una boca de verbo poco piadoso.

La oposición promete “inaugurar la justicia”. ¿Tiene sustento esta lectura sobre el sistema?

- Lamentablemente es la lectura que tenemos los litigantes del Ecuador: el estado de la Justicia es deprimente. El sistema no ha funcionado como se esperaba.

¿Quién es responsable?

- El Consejo de la Judicatura es quien debería velar por la solución de esas fallas.

¿Su presidente, Gustavo Jalkh, ha dado la talla?

- Jalkh es un burócrata que nunca ha litigado ni vivido la realidad de los litigantes. La realidad angustiosa de no tener prontas fechas de audiencias. Yo tengo casos que demoran 18 meses en tener audiencia; mientras que el caso de Guillermo Lasso lo hicieron en menos de una semana. Allí es donde se delata el sentido político de la justicia.

Lo de Lasso fue un caso. ¿Por qué exagerar y acusar a la justicia de politizada?

- Lastimosamente hemos llegado a ese punto. Y no fue solo Lasso: solo en CREO tienen el caso del vicealcalde de Quito (Mauricio Pozo) y su propio presidente, César Monge.

¿Si la Justicia está tan mal como describe, cómo se supone que se arregla?

- Empezando por la Fiscalía. Necesitamos un fiscal general que sepa de Derecho Penal, se preocupe de todas las causas y ponga a la gente en las provincias a trabajar; que se preocupe más de trabajar que de aparecer en los medios para decir que está trabajando.

¿Qué hay de los jueces?

- No es siempre su culpa. También tienen razón. ¿Usted cree que es justo que un juez maneje 800 causas al año? ¿Y solo tenga una secretaria? ¿Y se prohíban los ayudantes privados? Eso es inhumano. Y contribuye a la decadencia del sistema judicial. Los fiscales están en lo mismo: 800 casos. Y si le encargan otra justicia: 800 más. Es absurdo.

¿Qué pasa con los abogados?

- El gremio de los abogados está mal. Los únicos que están bien son los que militan para Alianza PAIS.

¿Y dónde queda la Corte Constitucional?

- En la obsecuencia con el poder Ejecutivo, de eso se la puede acusar: de resolver casi siempre a favor de la tesis de Gobierno. Y la imparcialidad es la base.

¿El problema de la justicia se reduce a lo administrativo?

- No. Es solo una parte. Luego hay que cuidar la calidad de las resoluciones. Hay casos en los que ni motivan por qué hay sentencia de prisión. El tema pasa por lo administrativo, la administración de justicia y el administrador de justicia.

¿La política ha tomado registro del problema? Los candidatos denuncian la falta de justicia pero no profundizan en la forma de repararla.

- La oposición está al tanto. Ya llegará el momento de las propuestas.