Las fiestas julianas
La ciudad-puerto tiene 481 años que no deben ser simple relato del pasado colonial. Es preciso ir más allá. Fusionar ayer, hoy y mañana. Preguntar por qué permanece, se desarrolla y transciende el espacio-tiempo, yendo de urbe colonial a metrópoli globalizada, con una regeneración que la reposiciona socioeconómica y geopolíticamente.
Ir más allá de su fundación significa atreverse a conocer por qué la ciudad-puerto de 256 vecinos en 1535 es hoy metrópoli de 2’589.229 habitantes, sin reducir su desarrollo a cifras. Esto extravía el proceso histórico-social que explica la nueva urbe.
La celebración debe interesarse por sus edades y etapas, los bloqueos vencidos y las grandes transformaciones que ha realizado colectivamente. Es necesario que los guayaquileños establezcan las diferencias del Guayaquil de ayer y de hoy. Y de cómo los ciudadanos, autoridades locales y líderes sociales la han puesto en el presente de transformación y progreso.
Hay que revisar los rituales de la celebración. No deben ser memorias y relatos de las luchas, resistencias y persistencias entre españoles y aborígenes. Lo fundamental es saber por qué Guayaquil es ciudad-puerto que viene del pasado y lo recuerda, pero que no se ata a él porque su mirada y destino es el futuro. Esta forma pragmática e históricamente elaborada ha permitido que los guayaquileños avancen por una línea de no conformismo, de no resignación, sino que busquen renovarla, transformarla y proyectarla para que sea mejor y responda de manera más adecuada a los nuevos tiempos, tareas y desafíos.
Valdría que escuelas, maestros, estudiantes y padres de familia comprendan la celebración de aniversario no como culto al pasado sino como un compromiso de una ciudad-sociedad que permanece, avanza, progresa y mejora día a día.
Por eso el sentido íntimo, último y fundamental de la fecha juliana es redescubrir la voluntad, fuerza y energía vital que tienen sus integrantes y que les transmite Guayaquil para ser ella misma, pero readecuándose, transformándose y buscando los mejores medios para ser una ciudad de progreso en el siglo XXI.
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