Muestra. Los artesanos pudieron exponer varios tipos del calzado.

La Feria Internacional del Calzado regresa a Ambato tras una decada

En Tungurahua se fabrica calzado para todos los gustos. Los artesanos, tanto indígenas como mestizos, muestran su habilidad en este oficio que identifica a la provincia.

En Tungurahua se fabrica calzado para todos los gustos. Los artesanos, tanto indígenas como mestizos, muestran su habilidad en este oficio que identifica a la provincia.

Los indígenas incursionan cada día con modelos y colores que representan a la naturaleza en el mercado. En la comuna San Luis de la parroquia Chibuleo, a 20 minutos de Ambato en la vía a Guaranda, la Asociación Sisay (que en español significa ‘florecimiento’) incursiona en la elaboración de zapatos.

Son 20 artesanas, todas indígenas, que marcan su estilo en la confección de calzado para hombres y mujeres. Utilizan telas multicolores que se tejen a mano y la cabuya, que la preparan las mujeres de la comuna.

“En nuestros trabajos siempre resaltamos el contenido intercultural y ancestral del pueblo Chibuleo”, asevera Silvia Charco, presidenta de la organización.

En Tungurahua durante el 2016 se elaboraron 18 millones de pares de calzado, según informó la Cámara de Calzado de Tungurahua (Caltu). Los artesanos tratan en todo momento de innovar sus productos.

José Ortiz se acuesta sin temor sobre una camilla y levanta sus pies para que los escaneen. El proceso es lento, pero el resultado final le interesa al joven cliente, que acudió hasta una de las empresas que fusionan la forma artesanal con la tecnología para elaborar un calzado cómodo y especial para diabéticos como él.

La empresa es Liwi y su propietario, William Arias, es uno de los tres mil productores de zapatos que se concentran en la provincia de Tungurahua.

Para el calzado especial se hace un escaneo del pie y mediante un software se verifica la presión plantar, que determina el problema de la persona y el tipo de zapato que le conviene.

Lo mejor llega después, a la hora de moldear cada zapato, pues es un proceso que aún se hace a mano para que no exista ninguna falla, dice Arias. (F)