Elecciones. Alejandro Domínguez ocupaba el cargo interino en el organismo por Napout. Ayer en los sufragios fue respaldado.

El fenomeno Barcelona asombro a Ronaldinho

La espera valió la pena. Casi dos horas y media después del horario fijado, Ronaldinho ingresó a uno de los salones del hotel donde la dirigencia de Barcelona hizo la presentación oficial del uniforme que el Ídolo ecuatoriano utilizará en esta temporada. Visiblemente cansado por el largo periplo que ha tenido alrededor del mundo, la estrella brasileña atendió los requerimientos de la prensa guayaquileña, poniendo énfasis en la sorpresa que le causó el poder de convocatoria que tiene Barcelona, equipo en el que ayer fue protagonista en la tradicional Noche Amarilla. “Estoy alegre por poder cumplir uno de los sueños de la hinchada de Barcelona que ahora es posible. Espero divertirme y dar alegrías a la gente que es hincha de este club. Tanto cariño es algo que me emociona a mí y a mi familia y nunca lo podré olvidar, porque se trata de un equipo en el que nunca he jugado. Todo el cariño que me han demostrado aquí me quitó el cansancio del viaje”, afirmó. El jugador, que lució el dorsal número 91 en homenaje a la cantidad de años de vida institucional que tiene Barcelona, evitó hablar de una posible incorporación al plantel amarillo, aunque en los corrillos deportivos se aseguró que de llegarse a dar un acuerdo (que no implique un egreso para la institución), este se daría en el segundo semestre, coincidiendo con la disputa de la Copa Sudamericana. “Conocía algo por los amigos que uno tiene en el fútbol mundial, pero desde que llegué me he podido dar cuenta de la grandeza del club y estoy muy contento de poder participar en la Noche Amarilla”, acotó. Llegó el momento de la informalidad. Dirigentes, personal del hotel, periodistas y uno que otro colado buscaron la forma de acercarse a Ronaldinho y tomarse una foto o pedirle un autógrafo. Pocos fueron los afortunados, porque en menos de dos minutos el futbolista encontró la ruta más corta a su habitación, donde esperó la hora de jugar.