La luz es el eje de la exposición más reciente del pintor guayaquileño Federico Gonzenbach.

El artista, quien celebra sus 43 años de trayectoria, indicó que esta característica es una que ha desarrollado en los últimos años y que responde, a más de la evolución de su técnica, a su estado anímico.

“Mis piezas en esta época están llenas de luz interior, son más ligeras, más puras. También me he concentrado mucho en los abstractos y en las escenas costumbristas”, dijo.

La exposición, que abrió sus puertas en el centro comercial El Dorado y que está titulada ‘Pintado de luz’, cuenta con diez óleos en formato medio y grande donde priman los paisajes de la costa.

Sin embargo, a más de estos lienzos, en su taller el artista prepara una serie de cincuenta marinas que corresponden a un nuevo cambio en su vida, su pronta reubicación a las islas Galápagos, donde además, abrirá una nueva galería.

“A la hora de pintar, me gusta alejarme de todo. Siempre he escogido sitios paradisiacos para pintar, y Galápagos es un lugar maravilloso. Tengo una exposición allá en mayo y pienso quedarme a pintar allá. Es uno de esos lugares donde hasta la naturaleza lo ayudan a uno a concentrarse”, comentó.

El pintor ha realizado 360 exposiciones y ha obtenido varios galardones, entre ellos el galardón al Mérito Cultural del Cabildo porteño.

Su muestra estará abierta al público hasta fin de mes.

MTN