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Familiares de equipo periodistico asesinado no contemplan pedir compensacion

Su postura ha sido que el caso no quede en la impunidad. Su lucha se ha trasladado incluso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Foto de archivo de una de las vigilias realizadas en conmemoración de los integrantes del equipo periodístico de El Comercio.

La pareja de uno de los miembros del equipo periodístico asesinado en abril pasado aseguró que no han contemplado la posibilidad de pedir una compensación monetaria al Estado ecuatoriano, y que cualquier alegato en ese sentido es rumorología.

“Para serte honesta y muy sincera, la posibilidad de una demanda por dinero al Estado ni siquiera se nos ha pasado por la cabeza, a pesar de que se nos dice, o se nos acusa, de querer dinero”, dijo Yadira Aguagallo, pareja del fotógrafo del diario El Comercio Paúl Rivas, este viernes 21 de diciembre de 2018.

En una entrevista con Efe, destacó que la postura de las tres familias afectadas por el secuestro y asesinato en abril de Rivas, el periodista Javier Ortega y del conductor Efraín Segarra, ha sido la de obtener información con el fin de que el caso no quede en la “impunidad”.

Y señaló que, a pesar de todo el sufrimiento: “No hemos levantado el dedo acusador hacia ninguna persona, ni institución”.

“Las posibilidades de que el dinero te compense (la sensación de pérdida) no tienen ningún sustento y ningún piso”, insistió.

Los tres miembros del equipo periodístico fueron secuestrados a finales de marzo en la frontera entre Colombia y Ecuador, y dos semanas después su asesinato fue confirmado por el gobierno del presidente Lenín Moreno.

Desde entonces las tres familias llevan adelante una lucha por aclarar el suceso que han trasladado incluso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pero tampoco a ella le ha sido facilitada toda la información.

“Lo que pedimos es que se investigue, y que se investigue aun para descartar esas posibles responsabilidades”, indicó Aguagallo sobre su lucha para aclarar uno de los casos que escandalizaron este año la política ecuatoriana y acabó con el cese no formal (oficialmente renunciaron) de dos ministros, el de Interior y el de Defensa.

“La única posibilidad de reivindicación se convierte en saber la verdad, que pasó con ellos, cuántas responsabilidades existen y que esas responsabilidades no van a quedar en la impunidad. ¡Esa es la verdadera reivindicación!”, subrayó al calificar de “insensibles” los rumores sobre la búsqueda de una indemnización por su pérdida.