Compromiso. Esteban Dreer (i) y Gabriel Achilier, previo al viaje a Seattle.

La familia, el mejor festejo de los tricolores

Nueva Jersey - Se viene el festejo, a celebrar a lo grande, decía la hinchada fuera del estadio Metlife, pero otros fanáticos los corregían al expresar “no hay que festejar.

Nueva Jersey - Se viene el festejo, a celebrar a lo grande, decía la hinchada fuera del estadio Metlife, pero otros fanáticos los corregían al expresar “no hay que festejar, tenemos que trabajar”, los pocos que se fueron a celebrar eran los que trabajaban ayer por la tarde o quienes habían venido de paseo.

Pero, ¿cómo fue el festejo de la Tricolor? En realidad el mayor festejo de nuestros jugadores fue ver la alegría de la gente. Nos colamos en el hotel de la Tricolor, un señor de seguridad dice que ahí por ahora solo están familiares.

El bus Academy llega al hotel de Ecuador a 20 minutos del estadio, se paga 45 dólares por el servicio de taxi, fuera del Marriott hay mucha gente, la policía y la seguridad del hotel tienen trabajo al máximo.

Pocos logran las fotos, pero hay discrepancias entre los fanáticos que debido al poder del trago se olvidan que todos somos Ecuador.

Dentro del hotel se vive otra cosa. Los jugadores dicen que la afición debe de celebrar, Gabriel Achilier recibe el abrazo de su esposa y luego se va a cenar. Me trata de dar la mano y le digo que mejor me dé un abrazo, su esposa se ríe.

Cristhian Noboa corre a su habitación, se pone la última camiseta que le ha dado la empresa que lo auspicia, sale del ascensor y comienza a buscar con la mirada a alguien. Ya vio, es su esposa y le da un abrazo interminable, a un costado están su madre y hermano, su padre solo se dedica a ver, unos aficionaos que se han colado lo felicitan, quien tome fotos será sacado, porque se admite que todos los que están aquí son familiares. Las ganas de tomar fotos se apoderan de uno, son las gráficas, pero con la posibilidad de que te saquen de este sector del hotel.

Walter Ayoví y Enner Valencia tienen a sus esposas para conversar, pero no es hora de algarabía, es tiempo para hablar de sus hijos.

Cristhian Ramírez recibe la visita de varios amigos, el festejo es tranquilo, en realidad es el encuentro de los jugadores con sus familiares. JR