Nos faltan 3

Habían sido advertidos. Esa es la justificación que nuestro ministro dio para explicar lo inexplicable. Para esconder lo vergonzoso. Para disfrazar la culpa, trasladándola a “esos periodistas que sabiendo lo delicado del asunto”, fueron a parar allá, a tierra de nadie. Como si su vocación fuera el problema. Como si el periodista tuviera la culpa de la guerra en la que expone su vida por cubrirla. Que nos quede muy claro: fueron porque hay una historia que contar. Una que desconocemos. Que está a punto de ebullición. Necesitamos conocer la realidad antes de perder a nuestro Ecuador por el camino que siguieron México, Colombia. ¿Quiénes operan en nuestro país? ¿Cómo operan? ¿Quiénes son sus víctimas? El Gobierno ha fallado en entregarnos esas respuestas. Y ahí donde el poder calla, la prensa grita. El argumento: “no tenían nada que hacer ahí” se desmorona. El secuestro fue en territorio ecuatoriano, lo que nos da una ligera idea del control paupérrimo sobre la zona. Porque traspasaron la frontera como si fuera “su casa”, a imponer su voluntad. No poder garantizar su seguridad es falla del Estado, incapaz de cumplir con el objetivo fundamental con el que fue concebido. Pero claro, 10 años pasan factura. 10 años de fronteras abiertas. 10 años politizando la seguridad. Sacrificando perfiles especializados por figuras como Ricardo Patiño; considerando que fue reciclado de puesto en puesto, pongo en duda su experticia. ¿Y ahora? ¿Sabremos cómo responder? ¡Urgente!, anunciaba La República: “Lenín Moreno afirma que crisis actual es producto de Rafael Correa”. ¿Y? Lo sabemos. ¿Qué ganamos con eso, señor presidente? El discurso de la culpa correísta expiró. Necesitamos resultados. ¿Sale alguien beneficiado de esto? (Perdón por el cálculo político) Me inclino por Nebot. Si se mantiene el clima actual vendrá la añoranza por Febres-Cordero, proyectándose la 6 como la especialista en insurgencia. ¿Quién pierde? No hablaré en términos políticos. Pierden las familias que están esperando la llamada de: “los rescatamos”. Que rezan para que los devuelvan seguros. Nos faltan 3 y hasta que no regresen, nos falta el país entero.