proforma 2020
Imagen referencial. La falta de análisis a largo plazo también ha sido cuestionada por analistas.Pixabay

La falta de investigación deja un vacío en la proforma 2020

El Gobierno anterior eliminó la investigación estadística del Banco Central. La herramienta permitía proyectar el impacto del presupuesto estatal.

El Gobierno arrastra una ‘pata floja’ en la planificación económica nacional. Durante el Gobierno del expresidente Rafael Correa se desapareció la investigación estadística del Banco Central. Ese cambio, que a simple vista parece no tener consecuencias en la cotidianidad, provocó que se pierdan estudios que permitan medir el impacto real y a largo plazo de las políticas de Estado que se toman constantemente. La proforma general, que ahora mismo está en proceso de aprobación por parte de la Asamblea Nacional, es uno de los ejemplos emblemáticos.

Entre 2012 y 2013, Correa ordenó que la investigación que hacía el Central pase a manos del ahora extinto Ministerio Coordinador de Política Económica. En la entidad de corta vida, el departamento de estadística e investigación perdió espacios y con el tiempo desapareció. Cuando el Ministerio Coordinador se fusionó con el Ministerio de Economía y Finanzas, a inicios del Gobierno del presidente Lenín Moreno, las funciones de investigación quedaron relegadas y perdieron el protagonismo que tenían en el Central.

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Lo dice la gerenta del Banco Central, Verónica Artola. Ella, en conversación con EXPRESO, aseguró que el Ministerio de Economía y Finanzas hace un esfuerzo importante, pero tiene otras prioridades y por eso las investigaciones —que pueden tomar más de cinco meses—quedaron en planos menores.

No significa, aclaró, que no se hagan estadísticas o proyecciones de impacto financiero. Sin embargo, esa es solo una parte de todo el respaldo técnico que debe tener una política económica.

¿Cuál es la consecuencia de la pérdida de la investigación profunda? Los estudios que hace Finanzas sobre las decisiones que toma el Gobierno dejan pendiente el encadenamiento de otras medidas y sus consecuencias para la ciudadanía.

En un ejemplo, el presupuesto de inversión para el Ministerio de Educación es de 1.096,7 millones de dólares para el próximo año, según el Plan Anual de Inversiones de 2020 (PAI), y se detallan los programas adonde irán esos recursos. Queda pendiente, por la falta de investigación, los impactos que tendrá cada dólar utilizado. Entonces, ¿cómo saber si el presupuesto corriente y de inversión que se destina a Educación es el adecuado para este y los próximos años?

Lo mismo puede decirse de todo el plan de inversiones que se propuso a la Asamblea Nacional a inicios del mes pasado. Según el documento, para 2020 se plantea un PAI de 3.624 millones de dólares. (ver cuadro con los principales rubros definidos)

El riesgo trasciende al resto de la proforma. La consecuencia de gastar en un ítem y no en otro puede desencadenar problemas a largo plazo.

Artola ve otro inconveniente. Ella resalta que la falta de un sustento investigado en cada asignación podría provocar que algunos legisladores reclamen por más recursos, o por recortes en ciertas áreas, con aspiraciones políticas más que técnicas. El peligro es mayor cuando en la Asamblea se respira un aire electoral con miras a 2021.

¿Cuál es la solución? Uno de los caminos que se vislumbran para retomar las investigaciones estadísticas es reformar el Código Orgánico Monetario y Financiero. El primer intento por cambiar varios elementos del texto fracasó porque el Legislativo archivó la propuesta. El Central, junto con el Gobierno, está redactando una nueva propuesta que se enviará el próximo año.

  • Se necesita especialización. 

Uno de los principales problemas que acarreó la eliminación paulatina del área de investigaciones estadísticas es que se pierde la continuidad en los estudios. Además, el personal a cargo de ese tipo de tareas debe ser especializado. Algo que, a decir de las autoridades del Ejecutivo, no se puede hacer con el modelo de contratación actual. Por eso se solicitó una serie de reformas a la forma de contratación del Banco Central. La Comisión de Régimen Económico de la Asamblea Nacional cuestionó esa propuesta porque, a decir de varios asambleístas, se creaba una nueva especie de “burocracia dorada”. Ese punto sería retirado de la nueva reforma.

  • Universidad. 

Algunas universidades específicas continúan haciendo investigaciones de impacto de las medidas económicas. Su difusión, sin embargo, todavía es insuficiente y no influye en las decisiones gubernamentales.

  • Matriz. 

El anunciado cambio de la matriz productiva se quedó corto, entre otros motivos, por la falta de una investigación ‘insumo-producto’ que permita ver los alcances de las iniciativas que surgieron durante el Gobierno anterior.

  • Proforma.  

El Ejecutivo debe enviar una nueva proforma presupuestaria a la Asamblea, en los próximos días.