Falta de credibilidad institucional en el Ecuador por la corrupcion
Es muy difícil que pueda haber confianza en una sociedad en la que se han trastocado tanto los valores, en donde todo se ha vuelto relativo y a la que se le han enviado señales contradictorias y confusas. No puede haber confianza en instituciones en las que prima la corrupción, el despilfarro y la ineficiencia; tampoco credibilidad en un sector privado que maximiza beneficios en detrimento de los usuarios; ni en ciertos medios de comunicación que hasta hace poco estuvieron al servicio del gobierno de la RC; ni en una administración de justicia que no se atiene a códigos y a jurisprudencia, sino que falla con criterios políticos, ideológicos o monetarios. Una justicia pervertida, con honrosas excepciones desde las altas cortes, que deja libres a delincuentes de saco y corbata y a ladrones de celulares o a sicarios y asesinos que se ríen de la indefensión de nuestra sociedad. Décadas atrás vivíamos en un país que se fundamentaba en la confianza; la palabra dada valía y todos respetaban a todos. Estamos ante un panorama muy peligroso, en que la ciudadanía, desesperada, y sin esperanza, en las elecciones de 2021 pueda decidir un viraje radical, eligiendo nuevamente a un gobierno de izquierda como el mal llamado “socialismo del siglo XXI, que abrió las puertas a los altos desbarajustes sociales que han destruido los cimientos de la sociedad. Quedan esperanzas de que asomen líderes nacionales que nos devuelvan la confianza y nos hagan ver que aun no todo está perdido.
Ec. Mario Vargas Ochoa