Cuando Jorge López, el representante de Mirella Cesa, la primera ecuatoriana en obtener una Gaviota de Plata como mejor intérprete internacional en el Festival de la Canción de Viña del Mar, nos dijo que ella regresaba de Chile, la semana pasada, quisimos recibirla con algo diferente. No vernos en una típica rueda de prensa en la que iba a estar Raymundo y todo el mundo, tampoco sentarnos con la artista a conversar en un determinado lugar.

Por este motivo, el equipo de EXPRESIONES, integrado por los comunicadores Stefania Massa, quien en estos momentos recorre Europa; Santiago San Miguel, Alejandro Puga, Paulina Dávila y la autora de la nota, la productora Alejandra Cereceda y la diseñadora gráfica Sindy Vera, prefirió compartir con la reina del andipop una tarde amena —el pasado martes 6 de marzo de 2018— en las instalaciones de Granasa para celebrar su triunfo en el país de la estrella solitaria.

La intérprete del tema La corriente llegó puntual a la cita y con parte de sus colaboradores, Jorge López y Eduardo Pérez. Previamente estuvo en la Prefectura del Guayas para recibir una presea al mérito artístico. Lo primero que le sorprendió fue la decoración del salón 2, ubicado en el tercer piso: globos blancos en forma de gaviotas, dos letreros: uno de ellos, luminoso que decía Mire (su nombre abreviado) y otro: EXPRESIONES. Aquello la emocionó, pero casi llora cuando vio una exquisita torta de dos pisos con una leyenda de felicitación, en la cual estaba grabado su nombre y apellido y con una muñeca que la representaba.

Aprovechó la ocasión para recordar que EXPRESIONES “ha sido un pilar fundamental en mis 11 años de carrera, desde el día número uno en el que yo salí mostrando mi propuesta. Tengo en mi casa la primera entrevista de dos páginas enmarcada. Eran mis inicios. Valoro que siempre creyeron en Mirella Cesa y me dieron espacios importantes.

A pesar de que en este oficio, hay momentos de bajas y de glorias, como lo que vivimos ahora en Viña del Mar o en el 2009 cuando recibimos la Mano 40 de los 40 principales de España, en 2010 en las nominaciones de Son Latino en México, en 2012 cuando abrimos el concierto de Elton John en Panamá o cuando compartimos con Franco De Vita, Áxel y el maestro Armando Manzanero en Guayaquil. Han sido pasos contundentes”.

Durante la conversación, la guayaquileña de 33 años también añadió que el año pasado se enfocó en trabajar su imagen internacional. “Mucha gente no lo entendía, todo eso es parte de una estrategia. En las alfombras rojas se conoce a los mánager y a los artistas.

Siempre llevaba mi charango a las conferencias de prensa para tocar mi música y a todos les llamaba la atención. Viña del Mar llegó luego de 7 intentos y de constancia. Ustedes han sido parte de esta trayectoria y valoro que aunque a veces he estado sembrando afuera, siempre me han llamado para portadas en Yaguachi, en Las Peñas, donde se les ha ocurrido. Han sido acolitadores”.

En este pequeño agasajo, Mirella se dio tiempo para conceder breves entrevistas (vía telefónica) a periodistas de Colombia y posó para la portada de esta edición. Se tomó fotos con su equipo y el de EXPRESIONES, y vivió una mezcla de emociones cuando recibió una placa de cristal de parte del suplemento.

Nos regaló su tiempo, que aunque al principio pensamos que podía ser limitado, no fue así, estuvo disponible en todo momento. Hizo gala de su esencia y de ese don de gentes que la ha caracterizado. Es notorio que un premio más no la ha mareado. El brindis de rigor no podía faltar y no se marchó sin saborear dos pedazos de torta, de picar sushi y otras delicias. Aunque es vegana, peca de vez en cuando.

En el encuentro con EXPRESIONES, el equipo periodístico le planteó a Mirella Cesa algunas preguntas.

Se trajo la Gaviota de Plata de Chile, pero las puertas se abrieron para usted en el resto de Latinoamérica.

Este triunfo no marea, ni distrae, nos pone presión. Hemos hecho buenos contactos en Chile. El próximo mes iremos a México. Participaremos en un evento en una universidad y haremos una gira de medios. Además se abrió una posibilidad con una disquera en Rumanía. Mañana viajaremos a Miami para intervenir en el Festival de la Calle 8. No es la primera vez, es la tercera.

Pensaba regresar a Ecuador el lunes, pero se pospuso un evento en Loja, así que me quedaré toda la semana en Estados Unidos para editar el material audiovisual de un DVD que recopilará los 18 éxitos de mi carrera y dos temas de Wankara de Chile. Lo lanzaremos en abril.

¿De qué manera cree que el paso de AU-D, Juan Fernando Velasco y Fausto Miño, quienes estuvieron antes que usted en la Quinta Vergara, contribuyó a que suene el nombre del Ecuador?

Todos han hecho lo suyo y han sido inspiración. El hecho de que un ecuatoriano llegue a la Quinta Vergara ya es un triunfo porque audicionan muchos países y solo seis son los seleccionados. Son músicos que respeto y que tienen una gran identidad, además han calado en la gente. Para nosotros ha sido una gran sorpresa la Gaviota, pero aumentar 80.000 seguidores en Instagram en seis días es increíble. Todo lo que hemos motivado es lo que nos hace sentir maravillosamente. Me siento contenta, pero tampoco me siento deslumbrada. Ese piso me lo da mi familia.

¿Sintió que ‘el monstruo’ es tan fiero como lo pintan?

El mayor logro es que el público bailó con La corriente, nos ovacionó. Son seres humanos, no monstruos, son muy fuertes, fue un rugir en la Quinta Vergara.

¿Cómo fueron esos minutos previos antes de subirse al escenario?

Nuestro Valium fue orar en el camerino, nos concentramos, intentamos unir fuerzas. En el jurado estaba Roberto Márquez, quien es una eminencia folclórica, era el voto secreto. Para mí tocar el charango frente a él era un reto. Todos fueron a cantar, pero nosotros además tocamos un instrumento. He sido fiel a mi propuesta. Al principio la gente creía que era una estrategia y que no funcionaría, pero al final se dieron cuenta de que esa es mi esencia.

Causó muy buena impresión que usted también compartió en Ecuador con esa gente, como Jorge Franco, que la apoyó en diferentes etapas.

Tengo la bendición de Dios de tener un equipo que siempre me supo aconsejar, los que estuvieron y los que están, todos dejaron una huella en mi carrera, si estoy aquí es por ellos.

¿El estilo musical de La corriente es lo que mantendrá en sus siguientes temas?

Esto es una búsqueda y una constante evolución. Hay que darse cuenta qué sirve en tarima y qué no. La corriente tiene la magia y lo sentimos con Daniel Valencia, que es el coescritor, desde la noche que hicimos el primer demo. Así también es En ti, una balada con sonidos electrónicos, con una base de bolero y al que le incluimos los instrumentos andinos. Para allá vamos con la siguiente producción, es la mezcla perfecta entre el pop, lo electrónico y el folclore.

¿Las bases del festival le permiten volver a participar?

Lo permite, pero yo quiero ofrecer un show, mis 45 minutos en la Quinta Vergara presentando mi propuesta, mi música. Hubo una gran química, la gente preguntaba en la calle, si yo era la chica de La corriente. Siento una apertura muy grande, volveremos a Chile, tal vez en dos meses. Hay un buen mercado.

Los diarios chilenos hablaban de la ecuatoriana que ensayaba en las calles.

Estar encerrado en el hotel nos parecía de locos. Le dije a los chicos vamos a ensayar en el parque. La prensa nos preguntaba si no nos habían dado un espacio, le contestamos que nosotros queríamos compartir, tener vivencias y sentir la vibra de los chilenos. Unos nos regalaron arepas, otros nos contaron la historia del festival. A nosotros nos gusta estar del otro lado.

La prensa chilena la defendió porque consideró que debió ganar como mejor canción.

Cuando escuché esos comentarios me causaron sorpresa. Fue fabuloso que tengan esa vibra. Nosotros dejamos nuestra semilla.

“Esto no se logra de la noche a la mañana, mucha de esa gente que ahora se suma a nosotros es la que le dio la espalda al proyecto y que cerró las puertas. El trabajo que hemos hecho es lo que habla de nosotros. Lo que quiero es tocar en todas partes”.

Sobre los llamados ‘mirellistas’