La exjueza Lorena Matilde Collantes Loor fue llamada a juicio por el delito de “ataque o resistencia”. Así lo solicitó el fiscal Patricio Pineda a través de su dictamen acusatorio.

La mañana de este 28 de diciembre, la exfuncionaria llegó con un atuendo elegante y gafas. Arribó en un automóvil, acompañada de su madre. Buscaron parqueo y caminaron hacia la Unidad Judicial Penal Norte, anexa al centro comercial Albán Borja, en Guayaquil.

La exjueza vestía falda roja, blusa floreada y zapatos negros. Caminó con la mirada al frente y no se detuvo, pese a que fue rodeada de periodistas, quienes buscaban una declaración suya, y curiosos que trataban de captar una fotografía de ella. Evitó hablar mucho. Solo comentó que la justicia se encargará de decidir su situación y afirmó que ella estaba “con la fe en Dios”.

La exmagistrada, de 30 años, se encuentra procesada por el delito de “ataque o resistencia”, tipificado en el artículo 283 del Código Orgánico Integral (COIP). La sanción establece privación de libertad de seis meses a dos años.

Actualmente, Collantes se defiende en libertad porque en la audiencia de formulación de cargos establecieron que no recibiera orden de prisión preventiva, sino medidas como la prohibición de salida del país y presentarse el primer día de cada mes ante el fiscal que lleve la causa, mientras dure la investigación.

El abogado Héctor Vanegas, representante de la oficial Jeanette Yerovi, quien actuó en la diligencia que llevó a la aprehensión de la exfuncionaria, publicó en sus redes sociales que buscará que se le impute dos nuevos cargos a la procesada, por usurpación de funciones y otro por intimidación.

Sin embargo, el fiscal Pineda explicó que eso es competencia de la fiscal provincial del Guayas, Patricia Morejón, a quien enviaría una carpeta con los detalles del caso, para que además se haga un análisis del teléfono de la exmagistrada, pues en la actual investigación no se lo realizó.

Collantes fue procesada después del incidente que protagonizó el pasado 17 de noviembre en el restaurante Riviera, de Urdesa central, tras supuestamente negarse a pagar la cuenta de 126 dólares. Luego de eso, algunos videos captados por los policías que participaron en el procedimiento se hicieron virales y el caso fue conocido internacionalmente.