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Exhumados once muertos para llevarlos a su tierra

Jaramijó. Los restos de Paola Mero y su hija Melanie Torales fueron trasladados exhumados del cementerio de Santo Domingo de los Tsáchilas y llevados hasta el camposanto de Jaramijó.

Desde hace tres semanas se han exhumado once cadáveres en la provincia de Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas. Todas esas personas murieron en el terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter, del 16 de abril, y fueron sepultados en lugares alejados de su residencia y de donde viven sus familiares.

El fiscal provincial Enrique García dijo que después de que los deudos cumplieron con los trámites correspondientes se le dio luz verde a las exhumaciones: ocho de personas que vivían en Pedernales y tres de San Vicente.

“Luego que los deudos hacen el pedido a la Fiscalía y a la Policía se hace un estudio minucioso y se procede a dar cumplimiento a las peticiones”, precisó García.

Los últimos cadáveres inhumados nuevamente ayer fueron los de Paola Cecibel Mero Quijije (27 años) y de su hija Melanie Torales Mero (7). Los dos cuerpos fueron desenterrados hace dos semanas del cementerio de Santo Domingo de Los Tsáchilas y permanecieron hasta la tarde del viernes 20 de mayo en el Instituto de Ciencias Forense Ramón Loor Pincay de Manta, cuando fueron retirados por sus deudos. Los despojos mortales fueron llevados al cementerio general del cantón Jaramijó.

Madre e hija fallecieron la tarde del 16 de abril cuando se encontraban en una despensa en el sector La Chorrera de Pedernales. Según Marcelo Torales, esposo y padre de las víctimas, ellos habitaban temporalmente en ese lugar.

“Cuando ocurrió el terremoto yo estaba con mi esposa y salimos de la casa, pero ella regresó en busca de nuestra hija. Cuando intentó salir, la vivienda colapsó. Allí también murió mi hermana Danny Torales (26)”, contó entre lágrimas.

Los cuerpos de las fallecidas fueron rescatados la tarde del 17 de abril. El hombre recordó que su esposa se encontraba embarazada de ocho meses y que el bebé fue encontrado también a un lado de su madre sin vida. Los restos del infante se encuentran sepultados en el sitio Coaque de Pedernales.

Marcelo indicó que solicitó la exhumación de los cuerpos debido a que quería tenerlos en el cementerio de Jaramijó, ya que ellos son oriundos de ese cantón manabita, y por la desgracia retornó a su tierra natal.

“Nos dieron todas las facilidades en los trámites. Las autoridades comprendieron mi desesperación y me ayudaron, ahora estoy cerca de ellos acá”, indicó el viudo.