Ataque. Los autobuses debían evacuar civiles de dos localidades chiitas.

La evacuacion de Alepo, en el aire tras quema de buses

La reanudación de la evacuación de civiles e insurgentes en el reducto rebelde de Alepo fue aplazada por el régimen sirio, tras a un ataque a una veintena de autobuses que evacuaban a civiles de dos ciudades.

La reanudación de la evacuación de civiles e insurgentes en el reducto rebelde de Alepo fue aplazada por el régimen sirio, tras a un ataque a una veintena de autobuses que evacuaban a civiles de dos ciudades.

Los transportes, que iban a entrar en Fua y Kafraya, localidades chiitas asediadas por los rebeldes a unos 60 km al oeste de Alepo, fueron atacados e incendiados por hombres armados. El conductor de uno de los buses murió en el ataque, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Mientras, miles de habitantes están bloqueados en Alepo desde que la evacuación quedó interrumpida el viernes por divergencias sobre el número exacto de personas que debían salir de las dos localidades.

Hambrientas y ateridas de frío, miles de personas esperaron durante todo el día concentradas en el barrio de Al Amiriyah, punto de partida de los primeros convoyes que el jueves abandonaron la ciudad antes de que la evacuación fuera suspendida al día siguiente. Por la noche, más de 30 autobuses estaban abarrotados, con gente de pie por falta de espacio.

El nuevo acuerdo alcanzado entre los beligerantes, con el beneplácito de Turquía, apoyo de los rebeldes, y Rusia e Irán, aliados del régimen, había permitido la entrada de decenas de autocares “bajo la supervisión de la Cruz Roja y el Comité Internacional de la Cruz Roja”, según los medios oficiales.

Un responsable rebelde confirmó por su parte un nuevo acuerdo para evacuar Alepo, Fua y Kefraya en dos etapas, una primera con la mitad de la gente sitiada en Alepo en paralelo a la evacuación de 2.500 personas de Fua y Kefraya.