La Estatal elegira entre candidatas importadas
Si en el ámbito político nacional surgen cada día más precandidatos a la presidencia de la República; en la Universidad de Guayaquil, en cambio, hay una notoria falta de postulantes a las dignidades que se elegirán en octubre.
Si en el ámbito político nacional surgen cada día más precandidatos a la presidencia de la República; en la Universidad de Guayaquil, en cambio, hay una notoria falta de postulantes a las dignidades que se elegirán en octubre.
El déficit es tal que, al menos en el caso de las mujeres, habrá que importarlas.
Y no por falta de interés, sino porque no hay catedráticas titulares que cumplan todos los requisitos que dispone la ley.
El más grande centro de estudios superiores de la ciudad y del país por el número de estudiantes (promedia los 60.000), irá a las urnas en octubre para elegir un rector y cuatro vicerrectores, en una sola lista.
La Constitución y la Ley Orgánica de Educación Superior disponen que cuando existan listas de dignidades a elegirse, estas deben observar la alternancia y la paridad de género.
Es decir, en este caso deberían ser mujeres las postuladas para al menos dos de los cinco cargos; o en un escenario más optimista, para tres.
Pero el caso es que no hay ninguna, según advierten los grupos que esperan participar en los comicios; y aceptan también las actuales autoridades.
La vicerrectora académica encargada, Sonia Ordóñez, reconoce esa realidad, aunque resalta el proceso gradual de paridad de género que se desarrolla en la Universidad y que se traduce en diversas cifras.
Entre ellas, que de los ocho decanos que forman parte del Consejo Universitario, cuatro son mujeres y cuatro hombres. Y que, hasta el año pasado, del universo de catedráticos (estimado en unos 2.500), 49 % eran mujeres y 51 % hombres.
Consultada por separado, la vicerrectora general encargada, María Quinde, coincide en ese énfasis y destaca que, precisamente, hay dos mujeres en los tres vicerrectorados, cuando antes todos eran varones.
Sobre la posible causa de que no hayan catedráticas con todos los requisitos para ser candidatas y, consecuentemente, autoridades universitarias, lo atribuyen a la antigua tendencia o tradición académica de vincular a las mujeres con actividades relacionadas con el servicio, el cuidado y la formación; y a los hombres, con la investigación y la producción.
Es decir, un sistema que, de manera consciente o no, reproducía un sistema machista. Y que derivó en un menor número de mujeres haciendo investigación, la actividad fundamental del doctorado o PhD.
En todo caso, a los grupos que se alistan para las elecciones, esta situación lo ha obligado a mirar fuera de la universidad para armar sus listas.
Así dice haberlo hecho el exdecano de Jurisprudencia, Xavier Garaicoa, quien se postulará al rectorado.
De igual forma, el catedrático de Arquitectura, Johnny Burgos, quien dice haber conversado ya con dos catedráticas de otras universidades locales.
El tercero en disputa, según ha anunciado, será el rector encargado, Galo Salcedo.
Por cierto, a los hombres tampoco les va mucho mejor. Hasta hace un año, había múltiples precandidatos. Pero con la vigencia de los nuevos requisitos para ser rector, entre ellos el de tener título de PhD, el número se redujo casi al mínimo.
(Este Diario publicó en noviembre del año pasado que el rector de la Universidad podría ser de fuera de la institución).
Hasta el primer semestre de 2016, con el ingreso de maestros por concursos, los titulares con PhD subieron de 3 a 70. Tal vez entre ellos haya alguno que cumpla todos los requisitos. O quizás también llegue de fuera otro candidato a rector.