Editorial | Optimización pendiente de una vía clave

La conexión entre Sierra y Costa requiere una visión integral y coordinada

El anuncio de la Prefectura de Santo Domingo de los Tsáchilas sobre el inicio del proceso para ampliar el tramo KFC-Unión del Toachi de la carretera Santo Domingo-Aloag es una señal positiva. Esta sección, una de las más estrechas de la ruta que conecta la Costa con la Sierra, necesita una intervención urgente. La mejora propuesta aliviaría uno de los cuellos de botella más notorios del eje vial entre Guayaquil y Quito.

Sin embargo, esta obra no resolverá por sí sola los problemas estructurales de toda la vía. La Prefectura de Pichincha, responsable de un amplio tramo del recorrido, también tiene tareas pendientes. Pese a la recaudación anual del impuesto al rodaje, la infraestructura bajo su jurisdicción muestra un deterioro evidente. Las únicas ampliaciones sustanciales datan de los años en que una empresa privada tuvo la concesión.

Han pasado casi tres décadas sin nuevas obras de envergadura. La vía permanece con los mismos segmentos de cuatro carriles en las zonas ya intervenidas, mientras otras se mantienen igual de vulnerables, congestionadas o peligrosas.

La conexión entre Sierra y Costa requiere una visión integral y coordinada. No se trata solo de tramos aislados, sino de garantizar una vía moderna, segura y eficiente.

La movilidad nacional no puede seguir siendo rehén de la inercia política o del uso discrecional de los recursos públicos.