Expectativa. Autoridades, docentes y alumnos de la Estatal esperan los resultados de la evaluación.

La Estatal se alista para recibir la categoria B

La espera está a punto de concluir. La Universidad de Guayaquil, la más poblada del país, se prepara para recibir, en las próximas horas, el informe preliminar sobre la evaluación efectuada en julio y agosto pasado, que le permitirá ascender de la cat

La espera está a punto de concluir. La Universidad de Guayaquil, la más poblada del país, se prepara para recibir, en las próximas horas, el informe preliminar sobre la evaluación efectuada en julio y agosto pasado, que le permitirá ascender de la categoría D a la B y obtener la acreditación o certificación de su nivel de calidad educativa.

Diario EXPRESO conoció extraoficialmente que el ascenso de categoría es un hecho. Oficialmente, hasta la tarde ayer, las autoridades del alma máter y los miembros de la Comisión Interventora y de Fortalecimiento Institucional dijeron que aún no habían recibido el documento que confirme la buena noticia, tan esperada por la comunidad universitaria.

Pero, al margen de ello, había preparativos. Una comisión se organiza desde ayer con la finalidad de estar lista para cuando llegue la notificación del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior del país (Ceaaces), a su vez darla a conocer de inmediato a la comunidad.

El objetivo es mostrar los datos y cifras que sustentan esta calificación, para desvirtuar las versiones de grupos opositores de que no existen los méritos correspondientes, adelantó una autoridad a este Diario.

En tanto, Lobelia Cisneros, interventora de Asuntos Académicos de la Estatal, no quiere anticipar detalles. “Todavía no podemos decir nada oficial hasta que recibamos formalmente el documento. Pero hay muchas expectativas y esperamos que haya una gran fiesta cuando se conozcan los resultados”, anotó emocionada.

La evaluación externa estuvo a cargo de trece expertos que visitaron la universidad para verificar la información que entregó la entidad en su autoevaluación; y presentar un informe sobre el centro de estudios.

Ese informe evalúa seis indicadores: organización (8 %), academia (36 %), investigación (21 %), vinculación (3 %), infraestructura (20 %) y estudiantes (12 %).

Entre 2012 y 2013, el Ceaaces efectuó una evaluación general de todas las universidades y escuelas politécnicas. Como resultado de ello, las ubicó en cuatro categorías, de la A a la D. Las de la última escala no obtuvieron la acreditación.

La Estatal bajó de la categoría B a la D, la última del escalafón. En 2013 fue intervenida por el CES; y en 2014, debido a la demora en la reforma de sus estatutos, no pudo elegir y renovar a sus autoridades titulares, por lo que permanece con directivos encargados.

Hasta el 7 de septiembre el Ceaaces deberá dar su diagnóstico preliminar y luego dará paso a las impugnaciones.

El rector del alma mater, Galo Salcedo, está optimista con los resultados que arrojará el informe. Se basa en los cambios que se han dado, no solo en la infraestructura, sino también en la parte académica.

Una de las mejoras es contar con una plantilla de docentes capacitados. De los 2.950 maestros, 84 tienen títulos de PhD; hay avances en investigación (738 publicaciones) y más profesores a tiempo completo.