
El enemigo En casa
Desde la desafiante actitud de Carlos Reutemann, al negarse a obedecer la orden del jefe de equipo Williams de darle paso a su compañero Alain Jones para que este gane el Gran Premio de Brasil de 1981 -aunque el contrato del primero contemplaba esa pos
Desde la desafiante actitud de Carlos Reutemann, al negarse a obedecer la orden del jefe de equipo Williams de darle paso a su compañero Alain Jones para que este gane el Gran Premio de Brasil de 1981 -aunque el contrato del primero contemplaba esa posibilidad- pasando por la histórica rivalidad de Ayrton Senna y Alain Prost, la Fórmula 1 ha estado llena de polémicos capítulos de pilotos de una misma escudería que no han querido estar a la sombra de su compañero.
El más reciente lo protagonizan Lewis Hamilton y Nico Rosberg, las figuras de Mercedes, quienes no han dudado en seguir los pasos de sus polémicos antecesores, incluso chocando a su ‘amigo’ para evitar que este lo supere en la pista.
En el circuito de Spielberg (Austria), Rosberg tardó en tomar una curva, intentando dejar a su compañero fuera de competencia y defender su liderato en el Mundial. El tiro le salió por la culata, su monoplaza se vio afectado y con dificultad llegó a la meta.
Fue la historia del tercer cuerpo a cuerpo de la temporada entre ambos.
El primero fue en Montmeló (Barcelona). Hamilton embistió por detrás a su socio antes de la tercera curva. Los dos quedaron fuera.
En Montreal (Canadá) se dio el segundo round y nuevamente Rosberg fue el más afectado por el “accidente”.
“La próxima vez será él quien vaya fuera”, amenazó el alemán. En Austria lo intentó, pero la astucia del inglés le permitió salir bien librado.
Las peleas internas dejaron en segundo plano la impetuosa marcha de Mercedes hacia un nuevo título de equipos.
“Tendré que meter mi cabeza en un cubo de hielo”, bromea Toto Wolff, jefe de Mercedes, cuando fue consultado respecto al tema.
El ejecutivo llegó a insinuar que se planteaba de forma muy seria imponer órdenes de equipo a raíz del conflicto. “Hay que valorar las opciones que tenemos, y una de ellas es imponer órdenes a partir de un momento determinado de la carrera, que es una medida muy impopular y que me da náuseas”.
Lo sucedido en Spielberg trajo consecuencias. Rosberg llegó cuarto y, como si esto fuera poco, al todavía líder de la tabla (posee 1 puntos sobre Hamilton) se le impuso una penalización de 10 segundos y se le culpó del accidente, algo que le indignó.
“Esta sanción apesta”, dijo.
El tema es pan del día en la prensa sensacionalista.
La escudería alemana, cuarta en el ranking de las más valiosas, tiene uno de los presupuestos más grandes de la Fórmula 1 (215 millones de dólares), gracias a la sociedad con Petronas (petrolera de Malasia), la cual se estima en 55 millones de dólares anuales.
Los especialistas tienen dividido su criterio, respecto a la conveniencia de que los escándalos entre los pilotos continúen en lo que resta de la temporada. Hay quienes consideran que las riñas perjudican la imagen del grupo, mientras otros sostienen que la exposición mediática de la marca en los medios siempre será beneficiosa, en lo que a aspectos comerciales se refiere.