Pareciera que entre nosotros todo va bien. Los medios apenas si reflejan hechos “trascendentes” de la vida nacional. Que Alemán no sigue con Barcelona, por ejemplo. O que llegó el zika, sin salvaguardias, desde Colombia, lo cual ya estaba anticipado.

En las demás noticias el énfasis es lo internacional y entre esas informaciones, con gran destacado, predomina todo lo referente al Chapo Guzmán, cuya vida hollywoodesca (rocambolesca) acaba de protagonizar una manifestación del poder que significa la mafia del narcotráfico. Por eso el nombre del presente cañonazo. Por ahora, y unos días más, vamos a estar “enchapados” y, ojalá, entre esto y aquello que sobre el asunto aparezca, mientras en algunos casos se continúa haciendo una cuasi apología del delito, no asome una conexión ecuatoriana que reitere la antigua sospecha de que el cartel de Sinaloa tiene “vínculos” entre nosotros.

En todo caso, oportuna sea la circunstancia para insistir en la necesidad de reenfocar la lucha contra el narcotráfico. Parece que debe estar claro su fracaso, a partir de la forma actual de llevarla a cabo. Un resultado visible es que se ha logrado contaminar a un gran segmento de la esfera pública y privada que tiene que ver con ella. La reciente declaración del presidente Macri respecto a los vínculos que son posibles de sospechar en su país, es todo un alegato a favor de la necesidad de cambiar procedimientos.

Si así no ocurre, los delincuentes van a seguir riéndose de todos, mientras se convierte en adictos a nuestros jóvenes y en cómplices a nuestros dirigentes.

La estupidez llega a tal nivel que no falta quien piense que no asumir políticas con efectos reales frente al consumo de estupefacientes es una manera efectiva de combatir al imperialismo, puesto que en los países que lo ejercen reside una mayoría de los consumidores, olvidando las adicciones criminalmente fomentadas en los alrededores de las escuelas y colegios de nuestros barrios pobres, fomentando clientela y microtraficantes que tal vez también sueñan con mantener contacto con Kate del Castillo, la Reina del Sur.

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