
Las empresas se protegen con el ‘detector de mentiras’
Su cuerpo aparentaba tranquilidad, pero el exagerado brillo de su rostro delataba nerviosismo. A un lado, el monitor se encargó de la verdad de sus emociones. Con apenas la reacción respiratoria, el flujo sanguíneo y la electricidad corporal, el invest
Su cuerpo aparentaba tranquilidad, pero el exagerado brillo de su rostro delataba nerviosismo. A un lado, el monitor se encargó de la verdad de sus emociones. Con apenas la reacción respiratoria, el flujo sanguíneo y la electricidad corporal, el investigador conoció la respuesta a su interrogatorio.
‘Carlos’ se levantó del banquillo. La prueba de confianza había concluido con resultados de un polígrafo. La ‘máquina de la verdad’ que en estos tiempos se ha vuelto esencial tanto para la contratación de personal civil como uniformado, así como para la detección de personas que delinquen dentro de una empresa, el hogar y hasta para la infidelidad de parejas, abusos sexuales y consumo de drogas.
John Garaycoa, presidente de la compañía de seguridad privada Mac Security, revela que mensualmente realiza cien exámenes de polígrafo, 1.200 anuales. La mayoría solicitados por empresarios antes de la contratación de una persona, especialmente en puestos clave.
“Todos los empresarios queremos contratar personas honorables, que no estén involucradas o hayan cometido actos ilícitos en trabajos anteriores”, explica el experto.
El también conocido como ‘detector de mentiras’ es requerido básicamente por cuatro motivos. El primero, en procesos de preempleo. Es una de las maneras que el patrono puede identificar si una persona ha cometido actos delictivos en anteriores trabajos, pero que no tiene pasado judicial o antecedentes penales registrados.
También, para saber si pertenece o da información a grupos delictivos, consume drogas ilegales, ha adulterado alguna información o documentos para ingresar a una empresa.
En el último trimestre de 2014, la Inspectoría General descalificó a 1.000 aspirantes a la Policía Nacional por fallar en las pruebas de confianza.
Era la primera vez que la institución realizaba ese tipo de exámenes a los postulantes, quienes fracasaron en parámetros delictuales cuando se les preguntó si habían participado en delitos, o si eran miembros de bandas, o consumían alguna droga.
Hace un año, 78 uniformados de la Subzona Esmeraldas y 15 servidores de otros distritos del país fueron separados de la Policía, en su mayoría por no haber aprobado las pruebas de confianza. Algunos no aceptaron pasar por el polígrafo.
El segundo motivo para la prueba es por rutina. Está dirigido al personal que ya está trabajando, para saber si ha cometido actos ilícitos dentro de la compañía o conoce de algún compañero que está robando en la empresa. Todo lo que tenga que ver con su cargo.
La tercera causa es específica. Es decir, explica Garaycoa, si se perdió del escritorio una cantidad de dinero, o se conoce de autorrobos, firmas falsificadas dentro de la empresa, y se quiere determinar quién es la persona responsable del hecho.
La cuarta razón es para temas de infidelidad de parejas. En ocasiones, cuenta Garaycoa, los interesados no son solo los esposos, sino el o la amante. “Quiere saber si aparte de tener relaciones con él o ella, está con otra persona”.
La prueba dura aproximadamente dos horas, cumpliendo todos los protocolos que tiene como paso previo un examen comparativo, para conocer las reacciones corporales de cuando miente o dice la verdad. Los porcentajes de certeza oscilan entren el 90 % y 94 %, según investigaciones a nivel mundial, que organismos de derechos humanos cuestionan, así como determinados sectores científicos.