Agenda. Rousseff en un acto, ayer en la sede presidencial en Brasilia.

Un empresario confiesa aportes ilegales a la campana de Dilma

Un ejecutivo de la segunda compañía más grande de ingeniería de Brasil dijo que las campañas electorales del 2010 y 2014 de la presidenta Dilma Rousseff fueron financiadas con sobornos por obras en Petrobras y en el sistema eléctrico, reportó ayer un d

Un ejecutivo de la segunda compañía más grande de ingeniería de Brasil dijo que las campañas electorales del 2010 y 2014 de la presidenta Dilma Rousseff fueron financiadas con sobornos por obras en Petrobras y en el sistema eléctrico, reportó ayer un diario local.

El Folha de S. Paulo informó que Otávio Marques de Azevedo, expresidente de la constructora Andrade Gutierrez, hizo las revelaciones en un acuerdo de delación premiada y que detalló los pagos en una hoja de cálculo que entregó a la Procuraduría General.

El rotativo publicó que cerca de 10 millones de reales donados para las campañas de Rousseff por Andrade Gutierrez estaban ligados a la participación de la empresa en contratos de obras públicas.

Una portavoz del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) dijo que las acusaciones eran falsas. “Todas las donaciones de la campaña recibidas por el PT fueron legales y declaradas a la corte electoral”, respondió. Andrade Gutierrez declinó realizar comentarios.

Los acuerdos para reducir sentencias son confidenciales hasta que los testimonios son recabados por los fiscales y aceptados por un juez. El mes pasado, una fuente confirmó que ejecutivos de Andrade Gutierrez habían firmado el pacto, que estaba siendo examinado por fiscales federales.

Los ejecutivos dijeron que se pagaron sobornos para ganar contratos en proyectos como el de la estación de energía nuclear Angra 3, la represa hidroeléctrica de Belo Horizonte y tres estadios erigidos para el Mundial de fútbol de 2014, reportó Folha.

La publicación de Folha podría desatar un nuevo frente explosivo en la crisis que acorrala a Rousseff y al gobierno.

La mandataria ya enfrenta el riesgo de un juicio de destitución por presunto maquillaje de las cuentas públicas en 2014, el año de su reelección, y a inicios de 2015. Si el impeachment se aprueba, sería sustituida por su vicepresidente Michel Temer, contra quien la Corte Suprema pidió también un proceso de impeachment.

Pero también está en curso un proceso ante la justicia electoral que investiga si la campaña de Rousseff recibió dinero sucio de Petrobras. Si es hallada culpable, su reelección sería anulada y tanto ella como Temer tendrían que abandonar el poder, antes de que nuevas elecciones sean convocadas.

Investigadores dicen que durante años, desde el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), también del PT, opera un grupo de empresas concertadas con políticos para pagar sobornos a cambio de contratos inflados. Agencias