La derrota sufrida en la visita a Macará fue una especie de tiro de gracia para los azules.

Emelec se encuentra en terapia intensiva

Con calculadora en mano, así están los emelecistas por segunda vez en un semestre, al ver que su equipo nuevamente está lejos de alcanzar un objetivo, básicamente por errores propios.

Con calculadora en mano, así están los emelecistas por segunda vez en un semestre, al ver que su equipo nuevamente está lejos de alcanzar un objetivo, básicamente por errores propios.

Los 33 puntos que tiene el Bombillo -ocho menos que el líder Delfín y con apenas 12 en juego- lo ponen en una especie de terapia intensiva, esperando que los tres equipos que están arriba se caigan y ganar todos los partidos pendientes, lo más cercano a una utopía.

¿Cuáles fueron los motivos para que los ‘millonarios’ se encuentren en esta situación? Luego de perder la oportunidad de alcanzar el tetracampeonato, la dirigencia y el director técnico Alfredo Arias iniciaron un proceso de transición. 14 jugadores se marcharon y se incorporó a otros ocho; fue como volver a comenzar.

Todo proceso toma tiempo y en Emelec no es la excepción. Del equipo titular del año anterior solo continúan Esteban Dreer, Óscar Bagüí y Pedro Quiñónez. Ocho jugadores son nuevos (la participación de Fernando Gaibor, Osbaldo Lastra, Marcos Mondaini y Bryan Angulo era irregular). Si a esto se le suma que Arias no termina de consolidar un once fijo, era de esperar que a estas alturas los ‘millonarios’ se encuentren en una difícil situación.

Como ya es costumbre, la cuota extranjera volvió a ser el punto más débil de los azules. En las 18 jornadas, nunca encontraron en los foráneos ese aporte que otros clubes sí tienen. El argentino Bruno Vides jugó 15 encuentros (13 como titular y dos al cambio), el peruano Christian Ramos 9 (8 y 1) y el uruguayo Sebastián Píriz 6 (2 y 4).

La suerte tampoco los acompañó. Luego de comenzar la temporada con Angulo como piloto de ataque se vieron en la necesidad de contratar a Marlon De Jesús, en busca de la cuota goleadora que el joven delantero no les daba.

De Jesús, Vides y Angulo se lesionaron, ahondando el déficit goleador que se disimuló en un espejismo disfrazado con el invicto que también abrió un crédito para Arias, quien se refugió en el discurso de tener la segunda portería menos vencida. Hoy hasta las estadísticas le dieron la espalda al uruguayo. MGD