San Lorenzo y Emelec se enfrentan en el estadio Capwell.

Emelec cayo ante San Lorenzo

Las fallas en la salida de Emelec lo hicieron pagar caro, en un duelo que estaba parejo antes del gol.

Emelec sufrió su poco poder resolutivo, y cayó 1-0 en el estadio Capwell en la ida por los octavos de final de la Copa Libertadores. Los azules dominaron en el segundo tiempo, pero carecieron de profundidad. Le faltó pegada al conjunto de Alfredo Arias, quien queda muy tocado y en duda luego del resultado adverso.

Parece un adiós de los azules a la Copa. La revancha, a jugarse en Agosto, ya parece complicada de remontar. El fútbol del Bombillo lució voluntarioso, pero con poca contundencia. El Cuervo, con la lógica ventaja que del gol visitante, prefirió defender y contragolpear.

Fue un primer tiempo doloroso y de mala suerte para Emelec. Otra vez, una defensa expuesta por un sistema que no da más. Pasaron a ganar lo visitantes al minuto 25, con un gol de tiro libre de San Lorenzo, bien ejecutado por Fernando Belluschi.

El portero, Esteban Dreer, algo de complicidad al no alcanzar el disparo esquinado. No hizo el movimiento correcto y la volada no le alcanzó para atajar la pelota.

Las fallas en la salida de Emelec lo hicieron pagar caro, en un duelo que estaba parejo antes de que de abriera el marcador.

Fue tramo inicial impreciso en el medio campo. Fernando Gaibor, la unica luz. Pero no alcanzó con el juego preciso del #10.

El cuadro de Alfredo Arias juega poco y mal. Nulo en el fútbol asociado y utilizando el pelotazo largo en exceso.

Así fue el duelo de ida en el Capwell y Emelec tiene la misión complicada de darle vuelta. La imagen del equipo azul quedó ofendida y su juego pasa por el peor momento de la era Arias.

Luna mostró buen pie

Emelec tuvo mala suerte. A los 33 minutos un cambio obligado y un debut exigido. Ingresó el argentino Fernando Luna en lugar del lesionado Bryan Angulo. El refuerzo tuvo que ingresar inesperadamente y durante la primera parte y poco a poco se instaló.

Mostró buena técnica y la virtud de ser ambidiestro. Centró con ambos pies y fue una de las esperanzas en el gris momento azul.