Los obreros se encargan de la limpieza del espacio público.

Emaseo se ‘blinda’ (con obreros) para mantener limpia la ciudad en estas fechas

Después de un análisis se contrató 100 empleados temporales a diferencia de otros años en los que se han sumado 300.

Diciembre, es una época en la que se triplica la producción de basura. Papel de regalo, cartones, empaques de comida y desperdicios en general llegan a los contenedores y aceras de la capital.

Este año, la Empresa Metropolitana de Aseo está preparada para ese incremento, por lo que durante noviembre, diciembre y los primeros días de enero agregó cien obreros temporales para efectivizar las tareas de limpieza.

Yolanda Gaete, gerente de Emaseo, asegura que lo que se busca es evitar lo ocurrido a finales de 2017, cuando una crisis sanitaria hundió a Quito por los problemas en la recolección. En ese entonces fue necesario hacer los recorridos en volquetas para cumplir con las demandas en todos los sectores de la urbe.

Pese a que este 2019, la Empresa de Aseo se han preparado para el aumento en la producción de desperdicios, se ha hecho los análisis respectivos para que la contratación de los obreros, no sea sobredimensionada. Es así como en principio se sumaron 60 trabajadores y en estos últimos días 40 más para cubrir la demanda.

En años pasados fueron más de 300 empleados temporales los que contrató la Empresa de Aseo para cumplir con las mismas actividades, lo que para Gaete generó un gasto excesivo de los recursos.

Es por eso que en esta ocasión se analizó las fechas en las que se incrementa la producción de basura dentro del Distrito Metropolitano Quito. El cronograma se inició en noviembre con el Día de los Difuntos, luego con la romería a El Quinche.

Unas 700 mil personas asistieron a la caminata, por lo que Emaseo mantuvo personal en las rutas y en los puntos de llegada para mantener la limpieza en la vía pública. También llevó al sitio baterías sanitarias móviles para evitar puntos húmedos (urinarios).

En diciembre, las tareas aumentan por la Navidad y en enero por la quema de los monigotes. El 1 de enero, los trabajadores de Emaseo deben desaparecer la ceniza que dejan los años viejos.

Puntos críticos y maquinaria

Pese a que la crisis sanitaria fue controlada en Quito durante 2017 y 2018, aún existen puntos que requieren mayor vigilancia, por ejemplo, en el Centro Histórico de la ciudad.

Según la vocera, existe calles y plazas en las que es necesario barrer entre cuatro y cinco veces al día para mantener el ornato, sobre todo porque el área mantiene gran acogida turística. “Se realizan campañas permanentes hasta que la ciudadanía cambie de hábitos”, explicó.

Otro punto que permite mantener en orden el tema de recolección durante esta época es la repotenciación de la maquinaria. Al momento se está trabajando con cuatro recolectoras, mientras que antes se lo hacia con una.

Este año, Gaete también ha hecho énfasis en la importancia de la separación de residuos para reciclaje (papel, cartón y plástico). “Existen 21 barrios de recolección diferenciada”, concluyó.