Universidad. Un estudiante vigila una barricada frente a los continuos ataques de la policía antidisturbios.

Elecciones anticipadas, el clamor de Nicaragua

Los ataques. Al menos 5 personas murieron ayer, entre ellas un bebé, en ataques simultáneos de las “fuerzas combinadas” del Gobierno de Nicaragua.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) convocó ayer al Gobierno de Daniel Ortega y a la oposición a reanudar mañana el diálogo para discutir la propuesta de adelantar las elecciones de 2021 a marzo de 2019.

“Convocamos a las mesas de trabajo para el día lunes (...) para que inicien a trabajar sobre el índice que hemos propuesto”, anunció la Iglesia en un comunicado, emitido previo a nueva oleada represiva de las protestas contra el Gobierno.

Fuerzas policiales y paramilitares fuertemente armados y encapuchados, y antimotines atacaron ayer a estudiantes atrincherados en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua y barrios de Managua.

“Nos están tirando a matar. Al pueblo lo están masacrando... a los jóvenes. Estamos siendo asediados. Tuvimos ocho horas de ataque, esto es una guerra muy desigual”, dijo un estudiante de medicina, de 25 años.

La CEN envió a cuatro sacerdotes a la zona para verificar la situación. “Que cesen los ataques, esta ola de violencia, queremos pedirles en nombre de Dios que cesen esto”, dijo el cura Raúl Zamora en la Universidad.

Por el nivel de violencia registrado ayer en Managua, la alianza opositora de grupos de la sociedad civil suspendió una marcha prevista para la tarde.

El episcopado emitió la carta un día después de que los países miembros del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), a excepción de Venezuela, respaldaron un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que señala la responsabilidad del Gobierno nicaragüense en la muerte de al menos 212 personas, 1.337 heridos y 507 personas privadas de la libertad.

En la declaración, el episcopado nicaragüense pide al presidente Ortega que acepte “formalmente” la propuesta de adelantar para marzo de 2019 las elecciones generales, a fin de facilitar el diálogo y buscar una salida a la crisis que deja al menos 212 muertos en dos meses.

Los obispos afirman que “es imprescindible” que en la sesión de mañana el presidente Ortega “nos comunique oficial y formalmente su aceptación a la propuesta que recogiendo los sentimientos de la inmensa mayoría de los nicaragüenses le presentamos el 7 de junio sobre las elecciones generales anticipadas para marzo de 2019”.

Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años consecutivos en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.